El día se llena de optimismo.
No quiero encontrar motivos:
vienen solos, con fuerza,
al encuentro.
La ilusión tiene muchas versiones,
nombres en clave que despiertan intereses
que nos conducen por vericuetos
de esperanza en el futuro.
Todo es por ti:
lo advierto claramente hoy.
Hemos de cantar con sensaciones relucientes.
Las virtudes nos han de dar
las misiones que nos permitirán
vivir en lo imposible, con riesgo,
desde el cariño que nos previene
con sus toques maestros, señoriales.
Lo primero es y será extraordinario
desde lo sencillo y natural.
La existencia está llena de ti,
toda ella, con miles de sabores
y de matices, de creencias,
y por eso me siento feliz.
Hay un ingente motivo para continuar.
No necesitamos mucho,
como bien podemos comprobar,
para alcanzar la paz interior:
se trata de reconocer
lo que tenemos en lo cotidiano
y de deleitarnos con ello.
Cuando lo advertimos con sinceridad,
desde la salud, el amor y la faena diaria,
no podemos pedir más,
salvo seguir con estos tonos de fe
que saben a vida, a pura vida,
que de ti surge, y en ti se potencia.
Me lo haces ver muy transparente.
Juan Tomás.
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