Sexo entre casados...

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Después de alguna conversación, y algún mensaje morboso entre los dos, decidimos quedar, nuestra cita recuerdo fue un día a media mañana, había alquilado una suite con jacuzzi. Marta se presento mas jovial que de costumbre, siempre con esa sonrisa delatadora de su carácter, la recibí con un suave piquito en sus labios, observando los retoques que había realizado para agradar, no le hacían falta estaba arrebatadora.

Tomamos café en un bar cercano, y fuimos directos al hotel, la habitación era amplia y agradable, el baño enorme donde destacaba un hermoso jacuzzi cuadrado, que inmediatamente llenamos introduciéndonos en el, sin dejar desde que entramos de besarnos y hacernos caricias, cuanto tiempo estuvimos en el...ni lo recuerdo hicimos un pequeño repaso de nuestra vidas, hablamos de sexo y poco a poco fuimos entrando en el juego de la sensualidad.

Marta iba acariciando mi espalda, cuello y orejas dando pequeños y explosivos besos por mi piel, lentamente sus caricias me condujeron a estar entre sus piernas, y sentados dentro del agua me abrazaba por la espalda, mi cuerpo sacudido por un escalofrió de placer, al notar sus duros pezones rozado mi espalda, mis manos apoyadas en sus muslos intentaba darme la vuelta y contemplar esos generosos pechos. Una vez de frente besando sus labios nuestras lenguas se unieron entregadas al placer.

Nos pusimos de pie sin parar de besarnos, sus labios fundidos con los míos fueron resbalando, acariciando mi piel su lengua jugaba con mi pecho chupaba y besaba mi torso, siguió su imparable camino hacia mi amigo, que la esperaba firme incapaz de retroceder, ante aquellas sacudidas de gozo sabiendo cercano su encuentro, su lengua calida saboreo mi glande salivando en toda su extensión mi miembro, y absorbiendo con sus labios la bolas inflamadas por el placer. Ella agarrándola se la introdujo en la boca sin dejar de mirar a mis ojos vidriados por el éxtasis, inicio un mete saca dulce y lento provocando grietas de placer en mi resistencia.

De forma dulce aparte su boca de mi pene y saliendo del agua la seque suave, recorriendo su piel con pequeños y explosivos besos, por su espalda, nuca, hombros y culo...izando su pierna dejo una imagen mágica ante mi su esplendorosa mariposa sonrosada me invitaba a compartir la miel de su interior...goloso que soy no le di tregua y con lentas acometidas fui lamiendo su recóndito tesoro...machacón como gota de agua monótona la lleve a un irreversible viaje sin retorno, no recuerdo cuantas veces me estrujo contra su pelvis, regalándome la miel generosa y bien ganada.

Mojada como estaba solo faltaba el típico sonido de chup chup, increíble tanta lubricación, colocándola de a cuatro inicie una penetración excitante ya que su visión era de mucha carga erotiza, mirándonos de frente al espejo, creo que hay nos traiciono la mente y nos vinimos los dos a una en un tremendo orgasmo.

La vida nos lleva donde nosotros decidamos ir, libremente escogimos, desde ahora que seas feliz con tu pareja...y olvidemos lo sucedido...


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