Cegada

Por
Enviado el , clasificado en Varios / otros
1074 visitas

Marcar como relato favorito

Hubo una vez una pequeña niña, vivía en una granja con su padre agricultor y su madre costurera. La pequeña niña creía en un mundo hermoso, un mundo a mi parecer irreal, ella creía que todas las personas del mundo eran honestas y amables, justo como sus libros las describían, realmente fue un gran error dejar que esa pequeña leyera esos libros. Tanto su madre como su padre la educaban en casa, pues la escuela más cercana estaba a 8 kilómetros de su casa, y los maestros no eran muy buenos.

Con el pasar de los años, la pequeña fue creciendo, creyendo que detrás de las montañas donde se ocultaba el sol por la noche había un mundo hermoso, un mundo dispuesto a hacer todo por alguien más. La pequeña aprendió todo lo que pudo, a cosechar, coser, construir, limpiar, cuidar animales, trepar árboles, dormir a la intemperie y enfrentarse a algunos animales salvajes.

Cuando las tierras ya no pudieron mantener a esa pequeña familia, la pequeña aprovecho esa oportunidad para ir a explorar el mundo que creía que había detrás de las montañas, empaco un poco de ropa, pues pensaba volver algún día, tomo sus maletas y comenzó a caminar hasta llegar a la carretera más cercana, tomo el autobús que iba a la ciudad y comenzó su aventura. No duro mucho, pero si lo suficiente como para darse cuenta que esos libros que había leído mentían, se dio cuenta que a los únicos animales a los que no podía enfrentar era a los humanos.

Al volver a casa había una nota en la puerta, no era que la cosecha no fuese buena o que la ropa que cosía su madre ya no se vendiera, lo que sucedió fue que sus padres ya estaban algo viejos y cansados; después de todo cuando ella nació, sus padres ya eran algo mayores, pues habían intentado tener hijos, pero por más que lo intentara no podían, hasta que por fin nació ella. La nota venia del hospital del pueblo más cercano, en la carta se explicaba que sus padres habían muerto, el mundo de la pequeña niña comenzaba a venirse abajo.

Ella decidió que no quería saber nada más del mundo exterior, y así fue, ella nunca volvió a saber nada del mundo, y el mundo nunca volvió a saber algo de ella.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed