LA VIDA DE UN ESCRITOR

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Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
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La vida de un escritor no es nada fácil, todo el tiempo se está pensando en que escribir, que historias contar, como contar esas historias. Aquel era un solitario y joven escritor, su carrera comenzaba a despegar, tenía talento, se notaba en su forma de tomar la pluma y hoja de papel, eran sobre todo personas del sexo femenino quienes más disfrutaban de leerlo, había una forma peculiar en su escribir, se comenzaba hablando en tercera persona, con un personaje omnipresente, un narrador, y cuando el lector menos lo esperaba, ese personaje ya era en primera persona, siendo el lector parte de la historia, siendo él, el personaje central de la trama, esa podía ser una de las razones del éxito particular de aquel joven escritor, pero no creerán que esta historia solo hablara de eso, pues bien, sin levantar asombro entre quien está leyendo esto puedo decir que efectivamente, como toda historia, había una chica, una chica la cual no me detendré a describir en este momento, ya habrá la oportunidad.

Aquel joven escritor, pasaba horas, días enteros frente a su escritorio escribiendo como si nunca más pudiera hacerlo de nuevo, la mayoría de las veces historias de amor, algunas de ellas trágicas otras un tanto felices, esporádicamente escribía de otros temas menos románticos para algunos, hacia magia con solo tomar una pluma y algún pedazo de papel, a decir verdad era bastante extraño, él joven escritor no tenía relación con ninguna mujer, no tenía pareja, amante, ni siquiera visitaba a alguna prostituta para calmar sus deseos carnales, le bastaba solo con escribir e imaginar todas esas situaciones que nunca vivió, todo parecía perfecto, cuando sus lectores decían que tenía un don tal vez se referían a eso, que nunca necesito de experiencias de las cuales pudiera basarse para contar sus historias.

¿Recuerdan a la chica que mencione? No me he olvidado de ella. Un buen día, mientras me encontraba caminando en el parque al centro de la ciudad, tomando un poco de aire fresco, gente por do quier, el ruido de los vehiculos, paso junto a mí una chica de radiante belleza, de esa belleza que enamora, para todos aquellos que comienzan a imaginarse como es ella, les puedo decir no lo hagan y continúen leyendo, esta chica no usaba vestido, ni altos tacones, en su lugar utilizaba algo más casual, blusa holgada, tenis, su cabello lucia algo desalineado, algo así como perfecto, no había en sus pequeños labios carmesí, ni sombras en sus ojos, su dulce rostro en cambio estaba cubierto por un poco de naturalidad con facciones de la venus de milo.

¿Cómo me pude percatar de todo lo anterior? Si solo pasó a un lado de mí, pues bien, mientras pasaba junto a mí, con un poco más de prisa que yo, de su bolso cayó un papel al querer introducirlo, el cual rápidamente levante.

                -Disculpa, se te cayó esto de tu bolsa de mano.

Con voz trémula exclame, y fue en ese momento que pude observarla mejor, además de su belleza sin igual, note el lunar en su cuello, el rubor de sus mejillas en contraste con el color de su tez clara, las uñas de sus manos rojas no tan perfectamente pintadas, y porque no decirlo, me tome el tiempo esta vez de mirar su figura, una figura no de cine con grandes proporciones y prominentes curvas falsas, esas cosas vanas que algunos, me atrevere a decir "tontos" prefieren, una belleza que mentiria al decir que es discreta, pues se podian sentir las miradas de todos los que se encontraban alrededor, sin embargo, pude admirar sus piernas largas y firmes en ese pantalon ajustado, su busto grande que más de una envidiaría, lo sublime de sus grandes ojos, su sonrisa tímida y todos los secretos detras de sus retinas...

Al escucharme aquella chica, todavía desconocida, detuvo su andar y miro hacia atrás

                -Que descuidada, gracias.

Sus manos se rozaron al entregar el papel, él sabía desde que la vio pasar que ella era diferente, ella en cambio cuando sus manos se rozaron al fin lo miro a los ojos, creerían que exagero si les digo que cuando nuestras miradas se cruzaron el tiempo pareció detenerse, las aves en los arboles dejaron de cantar, el ocaso parecía no tener fin, ambos sonreímos, en mi defensa puedo decir que ella lo hizo primero.

Podría seguir contando lo que paso después entre aquellos jóvenes, naturalmente dejaron de ser desconocidos, pero eso es otra historia…

El éxito de aquel joven escritor pronto quedo en el limbo por un tiempo, ya no eran tan frecuentes las horas y días enteros frente a su escritorio, algo difícil de explicar y más difícil aun de entender, Pronto no hubo más historias de amor que escribir.

Aquel joven escritor comenzó a perder la magia, su don. Era extraño, todo eso comenzó a sucederle después de conocer a aquella chica, aquella chica de cabello largo, orejas sensibles y poca estatura. Su problema, si bien podemos llamarlo de esa manera, era simple… ELLA

Esperen, no lo tomen a mal, permítanme contarles, aquel joven escritor lo único que escribía eran historias de ficción, cosas que solo en su mente ocurrían, todo eso termino cuando la conoció a ella, ya no había tiempo para imaginar más historias, pues ahora las vivía con ella, todos pudieran pensar, ¿Y porque no escribe sobre eso? Es muy sencillo, lo que entre nosotros hay, es algo especial, algo para nosotros dos y nada más, no es un amor egoísta, son historias que solo tienen una lectora… ELLA y él únicamente las escribe para su amada, así poco a poco aquel joven escritor, fue perdiendo su magia con las palabras, y todo lo que entre nosotros pasaba solo nosotros lo sabíamos, con una mirada  de complicidad, una caricia o una palabra.

Algunas veces dolía ese deseo de escribir, de impregnar los papeles de letras, de llenar las letras con historias, de llenar las historias con sueños, amores, memorias. Lástima, duele no poder lograrlo, no poder volver a escribir, mis manos están vacías, las palabras se confunden, se esfuman, se esconden en mis recuerdos, se pierden en lo oscuro de la noche y se resisten a ser escritas, la vida de un escritor no es fácil cuando se agotan las palabras, cuando se encuentra el amor…

Pero sin duda la parte más difícil de un escritor es cuando conoce a alguien como ELLA, porque ella es quien termina por robar toda su inspiración, sus deseos de inventar historias, y aunque suene ilógico, es para quien es más difícil plasmar unas palabras, y sin lugar a dudas no es porque no las sienta, es porque esas palabras no existen y se están haciendo realidad…

La vida de un escritor está llena de altibajos, de amores baratos de una noche, de sueños inalcanzables y otros perdidos, de experiencias raras e irrepetibles, y todo ello para tener una historia que contar, un libro que construir palabra a palabra, un libro el cual contendrá la leyenda en sus primeras páginas: “Todo lo escrito en este libro es ficción, pero todo ha sucedido”


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