Plenitud

Por
Enviado el , clasificado en Varios / otros
741 visitas

Marcar como relato favorito

Sentía su mano áspera y fría. El viento nos azotaba el rostro y el sol descendía poco a poco en medio del cielo color gris. De pronto, me apretó la mano con fuerza y empezó a recitar un poema. El aire, el ambiente, las palabras, el frío…Todo se mezclaba formando un amasijo de emociones nuevas y sorprendentes. Un poema… ¿De quién? Puse atención en las palabras y una ola de calor y felicidad me inundó el cuerpo. ¿Quién recitaba a Bécquer en medio de un momento tan feliz? Sólo él… Allí sentados los dos en un tronco desvencijado. Y nuestros pies enterrados en la rugosa arena que nos arropaba en nuestro último encuentro, y frente a nosotros el mar, la mar, el océano, la playa… Tantos términos diferentes para designar una sola cosa. Tantas palabras que rondaban en los caminos de la plenitud. Y al final nada servía, todo iba a parar al mismo sitio, a atracar al mismo puerto. Y los caminos se separaban, y el hilo que los unía se rompía provocando un sonido hueco que nadie llegaría a oír. Una lágrima descendía lentamente sobre mi rostro. Él se incorporó y me tendió su otra mano. Me miró atentamente y entonó una sola frase `` Las lágrimas son agua y van al mar´´


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed