Encuentro con un astronauta (Parte II)

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William estaba realmente estremecido. Había asesinado a un hombre y no lo tranquilizaba el hecho de que fuese en defensa propia. Su hijo se levantó del suelo un poco conmocionado pero sin herida alguna. William se tranquilizó un poco, tomó el teléfono y marcó a la Oficina de Seguridad:

-          Oficinas de Seguridad ¿Cuéntenos cual es la emergencia? -contestó una mujer de voz muy juvenil.

-          Un homicidio- respondió

-          Describa detalladamente la situación.

Ya había escuchado la misma frase hace un tiempo. Sabía que debía detallar de manera muy precisa la situación, sin importar cuanto tiempo le tomará esto.  Recuerdos lo invadieron.

“-  Caucásica, 1.60 metros de estatura…-  se le entrecortaba la voz.

-          Señor, debe darnos toda la información que solicitamos- dijo un  oficial en la línea ¿Cuál es el peso de la mujer?

-          60 Kilogramos aproximadamente – las lágrimas empezaban a salir de sus ojos

-          El escenario, necesitamos saber cómo es el escenario – fríamente continuó el oficial, sin dejar tiempo para reposiciones

Dolía representar la escena en su cabeza

-          Se encuentra en la bañera…-dolía más relatarla- Una barbera se encuentra al lado de la bañera… No hay agua en la bañera, solo sangre.

-          ¿En qué locación se encuentra?

-          Locación 10_18.  Es mi casa.

-          ¿Cuál es el nombre de la mujer?

Un largo silencio en la línea…

-          ¿Señor?- preguntaba el oficial en la línea

-          La mujer se llama Mariana y es mi esposa. Solo estamos yo, mi hijo Luis de seis meses y ella…”

Recordaba con una angustia que nunca lo abandonaría. Era inhumano y frio como se lo tomaba todo la Oficina de Seguridad. Comenzó a describir la situación preocupado:

-          Reporto un homicidio en defensa propia en la locación 10_18. Un hombre con traje de astronauta ingreso a mi casa e hirió a mi hijo. Rápidamente corrió a atacarme y  debí apuñalarlo con un cuchillo de cocina…

-          Espere un momento- interrumpió la mujer

Pasaron varios minutos de espera y de repente se escucho una voz diferente, una voz de un hombre:

-          Señor, el astronauta debe llevar un número estampado en el traje ¿Estoy en lo cierto?

-           Si señor –  respondió William. Dio unos pasos hacia un lado y observó cuatro números en negro,  justo en la parte superior del hombro– 423 es el número.

-          Espérenos otros segundos por favor.

Se preguntaba por qué demoraban tanto en volver. ¿Por qué no iban hasta su casa y averiguaban todo de una vez?

-          Señor de nuevo muchas gracias- volvió el oficial de voz grave a la línea- Iremos de inmediato a la locación.

-           

-          La llamada había finalizado y William no dejaba de hacerse preguntas que le parecían cada vez más extrañas ¿Por qué el astronauta? ¿Por qué tanto el misterio en la oficina de seguridad? Él y todo el mundo sabían que no se puede cuestionar a la Oficina de Seguridad. Ellos sabían lo que hacían y porque lo hacían.

Tomó a su hijo que estaba  consternado por la cantidad de sangre en el suelo. Lo cargó hasta la sala, lo sentó en el sofá y le encendió el televisor. El niño estaba hipnotizado por las luces que pasaban de un lado a otro sobre las naves que aparecían en la pantalla. William se dirigió a la parte de atrás de su casa y tomó un trapero.  Dejó que pasará el tiempo mientras intentaba limpiar la sangre esparcida en el suelo.

William apenas acababa de deshacerse de la sangre cuando llegaron hombres de la Oficina. Eran tres hombres vestidos con trajes de laboratorio, observando a William. Luis los había guiado hacia su padre y estaba allí con ellos. Dejó limpiar y se acercó a los hombres. El tipo del medio tomó un arma y disparó a William y a su pequeño hijo Luis. El encargado de asesinar al padre y a su hijo, habló por su radiotransmisor:

-          La situación está verificada. El hombre que fue asesinado en la locación 10_18, era encargado de una misión de exploración para la NASA. Los dos habitantes de la locación fueron dados de baja por la información que habían adquirido. Informen en Houston la situación y díganles que si vuelven a cometer un error como esté, el proyecto Tierra 2 no funcionará.

El hombre cortó comunicación y uno de sus compañeros preguntó:

-          Señor ¿No hubiese sido menos trágico usando el lavado de cerebros?

-          Ese sistema esta reportando fallas considerables. La gente empieza a recuperar recuerdos de su vida en la Tierra, y eso, está poniendo en una situación muy crítica el proyecto. Los científicos de la Oficina de Seguridad están creando métodos para un efectivo lavado de cerebro.

-          Marte no es y nunca será un lugar para humanos –dijo el otro hombre que arrastraba el cuerpo de Luis hacía afuera, donde los esperaba una camioneta blanca cubierta a los lados de tierra color rojo. 


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