LA MALDICIÓN DE LOS GILIPOLLAS

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-       Más o menos la definición de la palabra gilipollas es la siguiente: Se dice de la persona cuyas palabras o comportamiento revisten estupidez.

-       Hay astrólogos que defienden la teoría que una alineación de planetas en el espacio lo consideran como una premonición catastrófica...

 

En esta historia se produjo un alineamiento de todos los planetas del Sistema Solar que provocó, hace unos cinco años, ese efecto catastrófico que avalan los astrólogos.

¿En qué se tradujo dicha catástrofe?... En la gilipollez, está claro. Fue y sigue siendo una gilipollez global que afecta a todo el planeta en mayor o menor medida. Donde más se notó y se sigue notando el efecto gilipollas es en nuestro país. Según los expertos se debe a que la alineación de dichos planetas respecto a nuestro territorio fue casi perfecta y, por lo tanto, la incidencia, mayor que en otros lugares. El por qué se produjo el efecto gilipollas en lugar de una lluvia de meteoritos, terremotos o catástrofes más terrenales se desconoce. Lo que ningún experto duda es que ese efecto gilipollas lo causó dicha alineación de planetas y hasta que no se produzca otra, de características parecidas en cuanto a posición de los planetas, no volveremos al estado anterior en que los gilipollas eran minoría o con un grado de gilipollez inferior.

Esto es terrible. Cuando un gilipollas está en un entorno más o menos serio se puede controlar y sus efectos son mínimos. Si se equivoca en algo, pero su responsabilidad es poca, el efecto apenas se nota. El problema es cuando ese gilipollas tiene poder o dinero, que es lo que está ocurriendo actualmente.

Todos habréis oído en alguna ocasión lo de “tienes más peligro que un mono con una navaja”. Imaginaos por un momento dicha situación, (el mono con la navaja), haciendo sus cabriolas, gesticulando etc. etc. Seguro que si tuviese gente a su alrededor, unos cuantos se llevarían más de un corte provocados por el mono y su navaja. Tenéis que poneros en situación para poder valorar lo que podría ocurrir en dicha circunstancia. Un pequeño ejercicio de imaginación...

Ahora, sin efectuar ningún ejercicio de imaginación, observar a nuestros políticos dirigiendo el país bajo el efecto gilipollas producido por la alineación de los planetas antes mencionada. En muchos casos ese efecto no era necesario. Quiero decir que muchos de ellos ya eran gilipollas, pero la situación actual ha acentuado tal gilipollez. Y lo que es aún más grave... el efecto gilipollas no distingue entre ricos y pobres, poderosos o no. No, el efecto gilipollas es para todo el mundo igual con la salvedad de que los gilipollas ricos y poderosos pueden darnos un poquito más por el culo... si cabe. La gilipollez del resto repercute en un ámbito mucho más reducido, o bien votando a los gilipollas ricos y poderosos cuando hay elecciones. Claro... como que nos hemos vuelto igual de gilipollas que ellos, pues les votamos en las elecciones, les reímos las gracias, hablamos de ellos como si, sin ellos, la vida no tuviese sentido. Incluso nos enfadamos cuando alguien, menos gilipollas que nosotros, les dedica alguna crítica.

Y es que, decir gilipollas no significa ser totalmente tonto o estúpido, no. Además, los gilipollas son muy egocéntricos y les encanta que se hable de ellos. Qué mejor manera que hacer gilipolleces constantemente para que su imagen sea transmitida a los gilipollas que no tienen poder ni dinero y estén en boca de todos ellos.

Sé de un gilipollas con poder que un día leyó en la prensa que se habían cagado en sus muertos en una manifestación multitudinaria y organizó una fiesta con otros gilipollas poderosos para celebrar dicho acontecimiento. Se lo pasaron pipa...

Otro, al que le recriminaban actitudes fascistas y de pre-potencia un grupo de personas afectadas mínimamente por el efecto gilipollas. Este caso fue espectacular. Este hombre, (en este caso era un hombre, pero también hay mujeres), manchó los pantalones al escuchar su nombre en boca de tanta gente que lo estaba “elogiando”. Por supuesto, también montó una fiesta despampanante que pagaron los gilipollas pobres.

Y es que los gilipollas, como ya he dicho anteriormente, no son tan tontos cuando se trata de salvar su culo. Les gustan más los culos ajenos para poder practicar sexo de alguna manera. Y no les importa si es macho o hembra, el caso es satisfacer sus deseos sexuales de la única manera que conocen.

Quizá este año, el día 21 de diciembre, no se cumpla la profecía del fin del mundo vaticinada por los mayas. Quizá este 21 de diciembre sólo indique el fin de la gilipollez de los poderosos y todo vuelva a la “normalidad”, gilipollas, pero menos.

 

 

 


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