Un extraño en la playa.

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He venido al club para bañarme en la playa, no para meterme en una piscina asquerosa con tanta gente que se pone tibia.

Miro a los costados, la puerta que da a la playa está junta, pero no cerrada, y el guardia se acaba de ir al baño. Es mi oportunidad.

Me dirijo a paso normal hacia la caseta de cambio de ropa, que está al lado de la puerta, pero en lugar de entrar, jalo de la manija, no abre. Está hecha de trozos de madera, puedo pasar a través. Y lo hago.

Sigo caminando, dirigiéndome al mar. El guardia ya volvió pero no me ve, ya estoy lejos.

Sigo caminando. Me agacho, dejo mi toalla y sandalias en la arena y me meto al mar.

El agua está fría, pero rápidamente me acostumbro. Una ola me empuja, estoy en la parte onda, así que me dejo llevar, pero me está alejando del club. Otra ola me golpea, pero esta me suelta la parte de arriba del bikini. Mis senos caen, como si no me pesaran suficiente, ahora nada los sostiene.

Miro a los lados, pero mi sostén no aparece. Otra ola me golpea, más fuerte, y me lleva hacia un lado, hacia las rocas. El mar me saca y me quedo tirada en la arena. Semidesnuda y prácticamente perdida. Genial.

Me levanto y camino hacia las rocas. No hay nadie, pero si milagrosamente apareciera alguien, no espero que me vea así. Me siento en la arena y me quedo mirando el mar.

-Puede que tenga frío, pero con mi suerte, si me meto al mar me quita también el calzón. -Me digo.

-Eso no estaría tan mal. -Me suelta una voz al oído. Me levanto asombrada, es un hombre. Lleva polo sin mangas negro y un pantalón de uniforme, es guardia. Y no le queda nada mal.

-¡Pervertido!

-¿Por qué? ¿Por mirarla mientras se le caía esto? -Y levanta la mano, sosteniendo mi ropa de baño.

-¡Devuélvamelo!

-No, creo que mejor me lo quedo, estás mejor así.

-¡No! ¡Tengo frío! -Y como siguiendo mis palabras, una ráfaga me asota, tirito.

-No te abrigará mucho. -Da una paso hacia mí. Estamos a menos de un metro, es alto y tengo que alzar la cabeza para mirarlo a la cara.

-¡Pues algo es algo! No puedo volver así por mi toalla, podrían verme.

-Sería un buen espectáculo. -Se acerca más.

-Pues yo no pienso eso. -Me cruzo de brazos y doy un paso al frente. -Ahora, por favor, devuélvame mi ropa. -Extiendo la mano.

-Hm... No. -Se acerca y choca conmigo. Lo miro a la cara. Estoy estirando mucho mi cuello. Él se pone a mi altura.

-¿Mejor? -Me sonríe, y a pesar que su sonrisa es muy sexy, no puedo evitar tomarme la acción como una burla.

-¡No! -Le arranco mi ropa de la mano. Levanta una ceja.

-¿Piensas irte ahora?

-Pues, ¡sí!

Me volteo y antes de dar el primer paso me agarra de la cintura y me junta a su pecho. Oh dios. Está más bueno que la vida. Me quedo quieta. Me sujeta con las dos manos y las baja a mis caderas, sus manos son ásperas. Se presiona contra mi. Está duro y, según mi trasero, es de todo menos pequeño. Tiemblo.

-¿Te gusta no?

-No, para nada. Suéltame.

-¿Estás segura? -Y me sujeta más fuerte contra él. Puedo sentir sus pectorales a través del polo. Estoy mojándome.

-Sí. -Mi voz tiembla, y puedo sentir su sonrisa. Se agacha y acerca su boca a mi oído.

-No lo creo. -Y me muerde el lóbulo de la oreja, gimo. Me llevo las manos a la boca.

-Mierda. -Mascullo.

-No, no ensucies esa boquita. Me gustó eso. -Murmura contra mi cuello. Me muerde y no puedo evitar temblar. Baja su boca hasta mi hombro, me levanta un brazo y sigue besándome.

Ya no tengo frío, estoy más caliente que nunca.

Segunda parte en mi perfil. Besito donde los quieran:*


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