El reencuentro con mi tía Teresa I.

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
29095 visitas

Marcar como relato favorito

El reencuentro con mi tía fue algo extraño, pues nos habíamos dejado de ver hace unos 3 años, después de un amor que siempre terminaba en sexo, nos enamoramos profundamente, pero como es lógico nuestro amor era muy difícil. Somos de una familia conservadora, e incluso pensé que ella seguía la misma tendencia, pero me equivoque, ya que descubrí que era toda una mujer liberal, pervertida, muy cachonda y que le encanta el sexo. Después de un tiempo y por diversas circunstancias nos dejamos de ver.

El día del reencuentro, fue algo muy planeado por mí, decidí que nos fuéramos a un hotel en otro estado, y dejarnos de preocupar por ser descubiertos por nuestros padres o novios. Reserve un hotel muy padre, con jacuzzi, una cama matrimonial, un sofá cama y con alfombra, por lo que por lugares nunca paramos. Cuando nos encontramos en el autobús, aun yo tenía la angustia de saber que seriamos descubiertos, aunque en realidad sabía que era muy difícil. Ya entrados un poco en camino comenzamos a conversar, a mí ya me ganaban las ganas por besarle esa boquita hermosa, y acariciar ese hermoso cuerpecito, pero teníamos muchas cosas que aclarar. De repente ya no pude más y me fui acercando a su boca hasta que le robe un beso, como me esperaba ella respondió con el mismo gesto y de repente nos fundimos en un beso ardiente y apasionado, aunque nos controlamos un poco ya que había más gente en el autobús y aunque no se percataron del hecho preferimos guardar un poco de prudencia.

Al llegar a nuestro destino, y específicamente a nuestra habitación, decidimos bajar a comer, yo me bebí un whisky para entrar un poco en ambiente, a ella le ofrecí un trago con el fin de comenzar a entrar un poco en calor y romper el hielo por completo, si es que todavía lo había.

Al llegar de nuevo a la habitación, comenzamos a besarnos, yo la abrace por la cintura y acariciando lentamente toda su espalda, hasta que mis manos estaban ya acariciando sus hermosas nalguitas, y mientras le decía al oído "hoy vas a ser toda mía". Como ya comente, esta cita para mí fue muy planeada, así que compre un traje muy sexi para mi amor, una minifalda negra de cuero, las cuales me vuelven loco, y un corset morado que tenía combinados de satín, una tanga y unas medias negras extremadamente sexis, y para terminar unas zapatillas de aguja muy sexis en color negro. Le pedí que se lo pusiera, ella me miro con asombro, ya que nunca le había pedido algo así, sin embargo accedió. Ella entro al baño a cambiarse, mientras yo esperaba muy ansioso y aproveche para pedir unas cervezas al cuarto, y alistar todos los accesorios que había comprado para aquella ocasión.

Cuando ella salió, me dejo asombrado, el atuendo le había quedado a la perfección. Era una diosa, con un vestido excitante, que nadie se hubiera podido resistir a ella. Como era de esperar, aquella tarde noche iba a ser mágica y no tenía idea de cuando podríamos repetir una oportunidad como esa, así que estaba decidido a tomarle muchas fotos, el desconcierto de ella se hizo presente en ella de nueva cuenta, ya que nunca le había pedido que posara sensualmente para mí, sin embargo como ya comente antes era muy pervertida y accedió.

Después de quedar satisfecho con las fotos y también porque ya me había excitado un poco verla vestida así, con posiciones muy provocativas, era mi fantasía y se estaba cumpliendo, le pedí que me bailara un striptease sin quitarse la ropa pero acariciándose todo el cuerpo, ya entrados en confianza, ella acepto y comenzó a bailar de una forma muy sensual y cachonda, lo que hizo que cada vez me fuera prendiendo más, al borde de querer tomarla y penetrarla en ese momento, pero sabía que tenía mucho tiempo por delante y que tenía que disfrutar cada instante. Después de un rato de baile me acerque a ella la abrace y acaricie su cuerpo, envuelto en ese corset y esa minifalda, lo que termino por desbordarnos en un apasionado cachondeo, ya que para mí el acariciar así a una mujer era mi fetiche.

Sin dejarnos de besar, ella comenzó a desabotonarme la camisa y acariciarme, yo tome su mano y la lleve hasta mi pene para que lo acariciara, ese momento fue muy placentero, ya que lo hacía como una experta, yo comencé a besar todo su cuerpo su cuello, su boca, le soplaba levemente en su oreja, lo que hizo que ella comenzara a soltarse, después de acariciar por un tiempo sus tetitas, me deje llevar hasta su coño, y comencé a masajearlo sobre la tanga, al poco tiempo comencé a sentir que se estaba mojando un poco, por lo que levemente la acosté en la cama, y seguimos besándonos, y yo seguía masajeando su hermosa vagina. Después de un giro inesperado, yo quede debajo de ella y comenzó a quitarme la camisa, y comenzó a besarme por todo abdomen, para mí era una sensación muy rica, y de repente sentí como comenzaba a quitarme el cinturón y desabotonarme el pantalón, sin quitármelo por completo, comenzó a besar mi pene sobre bóxer, era algo maravilloso, y de la nada saco mi polla y la comenzó a acariciar para que en un instante comenzará a mamármela, era algo extraordinario, ya que lo hacía mucho mejor que antes, yo tome su nuca y acariciando su pelo me deje llevar por aquella exquisita sensación. Al cabo de un rato le solicite que hiciéramos un 69, ella sin dejar de mamar acerco su culito a mi cara, yo comencé acariciarlo y haciendo a un lado la tanga comencé a besarle su clítoris, su vagina y su ano, era delicioso degustar aquellos fluidos vaginales.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed