Denunciar relato
Alimentamos
esos corazones que muestran
lealtad,
y nos felicitamos
en las noches más largas
porque no estamos solos:
lo advertimos,
que es lo importante.
Nos nutrimos
de espacios y tiempos
soñados y reales,
que comparten las opciones
de una vida
que exprimimos con equilibrio
y razones convincentes.
Nos tenemos
cada segundo del día,
y nos preñamos de entusiasmo
para explicar hasta lo que no tiene sentido.
Nos entregamos
a las intenciones y a sus soledades,
y quedamos en el punto
en el que derramar amor
es la constante.
Hemos sido y seremos
con serenidad, en la ventaja
que ya nos eterniza
con besos y abrazos,
y con miradas cómplices a los ojos.
¿Sabes de lo que hablo?
Juan T.
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