Papagena

Sin identificarme, revoloteaba en vuestro pensamiento, desde un principio pregunte a tu corazón si eras real.
 Sentí que me tocabas en curiosas sesiones de tiempos idos , donde éramos en nuestras mentes reyes de Francia o nos perdíamos en imaginativas escenas en cartas de mesas redondas.
 Hacíamos pactos secretos fuera deste tiempo, en sobredosis de horas surrealistas...
 Sabes que necesito tu eléctrica mirada más que nada en mis días y tus fulminantes besos que ya no imagino.

 Sé que también me inventaste del mismo modo que lo hice sin antes, conocernos.
 Estas presente, lo sé, como no estarlo... No me imagino nada ahora que sé que existes, no pruebo otros Besos porque se que existen tus besos, no veo miradas porque tus ojos pusieron grilletes en los míos en dulce condena...