El secreto de Javier, el ginecólogo II Parte (A)

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
23548 visitas

Marcar como relato favorito

Javier sorprendido con lo que le contaba Laura, le dijo “Laura de verdad no puedo creer lo que me estas contando, es que es algo que nunca imaginaria oírlo de ti, siendo tu una chica tan dulce y recatada”, a lo que Laura le respondió, “doctor solo le digo lo que vi y presencie, y por eso es que me apena tanto contárselo”; y así Javier sin darse cuenta iba cayendo nuevamente en una etapa de su vida que creyó a ver dejado atrás, pero gracias a la inocente Laura, Javier iba poco a poco recordando aquellas escenas de un pasado al que nunca quiso regresar, un pasado lleno de lujuria, pasión desenfrenada, perversidad, cosas que perturbarían a cualquiera, algo que Javier ha callado por años, que ni siquiera su propia esposa sabia.

Ya con un poco de perversidad dentro de Javier, la misma que la reflejaban sus ojos, Javier sabía que debía hacer algo para no caer en esa gran tentación, de la que en un momento de su vida fue prisionero; entonces Javier con un poco de valor le dice a Laura, “mejor para ya, esto es algo intimo tuyo Laura, y no quisiera saberlo todo”, cuando de repente Laura se levanta un poco sobre su camilla para acomodarse mejor, Javier alcanza a ver esa secreción de la que Laura le hablaba, una secreción que salía de lo más profundo de la hermosa vagina rosada de Laura, Javier pasmado con lo que veía le pregunta “Laura acabo de ver esa secreción, de la que me hablas”, Javier veía como esa secreción resbalaba por toda la vagina de Laura, y caía hasta su pequeño pero hermoso culito, sus senos como que se templaban y sus pezones se ponían rojizos; Javier ya estaba al borde la tentación, tentación que había estado alejada de Javier durante años, el hecho de ver a Laura, tan inocente y desamparada, completamente desnuda frente a él, y sin saber de lo que Javier le pudiese hacer, lo ponía a Javier en una línea de fuego, en que tenía que elegir entre caer en la tentación o entrar en la cordura y ser profesional en lo que estaba pasando; Javier intentaba sacar esos pensamientos de lujuria y perversidad de su mente, pero lo no conseguía, ya era algo muy difícil para él, porque sin darse cuenta, cada vez caía más y más en la tentación; Laura con la vergüenza hasta los pies, en lo único que pensaba era en irse de ahí, de aquel consultorio sobre todo de Javier, con una gran timidez y muy nerviosa le pregunta a Javier, “doctor, ahora me cree, lo que le decía, bueno y ahora que me dice doctor”, Javier muy confundido, le contesta, “la verdad Laura, creo que esa secreción es por tus pensamientos y recuerdos de aquella escena que vistes, en la casa de tu amiga, quizás si me cuentas todo lo que observasteis aquella tarde, podamos llegar a la solución de este problema”, Javier ya estaba manipulando a Laura, poco a poco iba hacer que Laura haga lo que él quiera.

Laura muy apenada le continua contando lo que le paso aquella tarde en casa de su amiga, “y entonces doctor, yo seguía ahí pasmada, viendo como Ton se tocaba su pene muy fuerte, mientras veía esa película pornográfica con una gran intensidad, yo poco a poco sentía que se me venía algo dentro y encima mío, como una corriente que me penetraba y salía de mi cuerpo, sentía una gran calentura, y comenzaba a pensar cosas que jamás habían pasado por mi mente, era algo que no podía controlar, de verdad que me costaba hacerlo, hasta que sin querer rose la puerta de la habitación de Ton con mis senos, porque estaba arrimada a ella, la puerta se movió un poco he hizo ruido, a lo que Ton se dio cuenta, volteo a ver, qué era, y me vio ahí, parada frente el, a unos dos metros de distancia entre los dos, me quedo mirando fijamente a los ojos, como que sí me decía algo con su intensa mirada, una mirada llena de perversidad, que parecía que me llamaba hacia él, era de verdad algo muy fuerte que me costaba retenerme, y no ir hacia él, bueno Ton se levantó y lentamente se acercaba hacia mí, mirándome de pies a cabeza, y su enorme pene apuntaba hacia mi vagina, era como una manguera llena de agua, estaba muy templado, hasta que llego hacia mí y con una voz muy profunda y grave me dijo, “hola amiguita de mi hermana, ¿te gusto lo que vistes?”, de pronto sentí algo caliente y muy duro que rozaba mi ombligo, baje la mirada a ver qué era, y era su enorme pene, el enorme pene de Ton, sentía como ese pedazo de carne acariciaba mi abdomen, yo estaba totalmente hipnotizada con lo que me estaba pasando, me costaba respirar, y cada vez más sentía una enorme calor por todo mi cuerpo, que me calentaba más y más.

Mientras que Ton, muy cerca de mis labios me habla nuevamente y me dice, “que te pasa, qué nunca habías visto una polla como la mía, ha putita, no quieres tocarla”, yo no podía creer lo que me estaba diciendo, ni tampoco poda creer lo que estaba viviendo en ese momento, era algo fuera de mi imaginación, sentía también que me faltaba la voz, hasta que lo mire fijamente a los ojos y con poco valor que no sé de donde lo saque le dije, “que te pasa Ton, porque me hablas así, yo no soy de esas chicas”, a lo que él respondió, “claro que no lo eres, eres peor que ellas, ¿Por qué me espiabas?, qué acaso tú no te masturbas o querías que te folle, ha putita, vamos porque no me la chupas, te va a encantar zorrita”, yo estaba muy desconcertada con lo que me decía, no lo podía creer, me trataba como si ya hubiera estado con él; así que retrocedí un paso para irme de ahí, pero él rápidamente me agarro de los hombros, y me dijo, “tranquila Laurita, te voy hacer lo que estabas buscando, te va a enloquecer pequeña zorrita”, fuertemente me metió a su habitación, me sentó frente a su tele, y prácticamente me obligo a ver la película porno que él estaba viendo.

Yo muy confundida, asustada y totalmente nerviosa con lo que estaba pasando en esa habitación, intentaba no mirar esa película y pensar en otra cosa, pero no podía, los gemidos de esa chica de la película llamaban mi atención, por primera vez en mi vida sentía que me estaba excitando al ver a esa mujer ser penetrada por un señor con un pene gigante, que parecía que le rompía la vagina a esa chica, mientras que yo estaba casi hipnotizada viendo la película, Ton se aprovechó de eso para empezar a manosearme,.

Continuará…


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed