Ven a jugar

Soy enfermero en el hospital general de mi ciudad, logre llegar aquí muy apenas y de echo sólo fue porque nadie quería el turno de noche, yo no creía en fantasmas y esas cosas así que no tarde mucho en aceptar el trabajo... para muchos el hospital puede resultar escalofriante y no es para menos, pero alguna vez te has imaginado ¿como es de noche? Bueno pues me había tocado en el área de quemados, todo transcurría normalmente hasta escuche una risa que me hizo temblar, era la risa de un niño, escucho como corre al rededor de mi me llama por mi nombre y me pide que valla a jugar con el

Niño.- Luis ven a jugar estoy muy sólo aquí 

Al escuchar esto pensé que era una broma...

¿QUIEN ERES? ¿QUE QUIERES DE MI? 

Escuche que el niño comenzó a llorar, pero su llanto no era normal era un tanto demoniaco

Se paró frente a mi, tenía quemaduras en todo el cuerpo, sus lágrimas eras de sangre y pude ver como poco a poco levantaba la cabeza hasta poder mirarme fijamente a los ojos, eran dos agujeros negros tan penetrantes que me perdí en ellos y cuando me di cuenta el estaba ya a menos de un paso de mi ven a jugar repetía con su tetrica voz, si no vienes tu me llevare a alguien más, desapareció de mi vista y me quedé en shock por un momento hasta que escuche gritos de una de las habitaciones, fui corriendo pero sólo encontré el cuarto lleno de sangre y en cada cama una nota que escrita con sangre decía -Ven a jugar- grite aterrorizado, mi compañera llegó de prisa y me pregunto que pasaba de pronto desperté, ¿fue todo un sueño? ¿Una alucinación? En fin esta sólo fue... la primera noche