Recuerdos en lejía.

Por mucho que huya, siempre me encuentran. Me levanto por la mañana, me ducho, me hecho  leche corporal. Me visto con ropa recien planchada y olor a flores. Desayuno en él amplio salón decorado con los mejores muebles, las mejores alfombras. Todo tan ordenado y limpio. Siempre perfecto ha de estar. Pero los recuerdos del pasado se filtran en mi presente. Si. Me dicen de donde vine. Si.  De la pobreza de la calle. De una casa llena de mocosos huerfanos piojosos y sucios. Cuando pasa esto me pongo a limpiar. A frotrar desesperada. Pero es inutil. No limpian.