Tarde de cine

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Era una tarde lluviosa, me encontraba en un bar tomando café, y esperando la hora para entrar al cine que había al lado.
Dí la entrada al acomodador, y me mandó sentar al lado de una mujer que estaba sola, coincidencias, ya que el cine estaba prácticamente vacío, de lo cual me alegré ya que la dama estaba de muy buen ver, morena de pelo largo bien vestida, con medias negras, y una fragancia que llenaba toda la sala, embriagando mis sentidos.
Se apagaron las luces, y comenzó la película, una de esas películas en blanco y negro extranjera, y con subtítulos, que me recomendaron unos vecinos.
De pronto noto la mano de esa mujer, acariciando mi rodilla, y haciendo círculos con sus frágiles dedos.
La miré, ella me miró, y comenzó a subir sus dedos sobre mi muslo, sin dejar de hacer círculos, y subiendo y subiendo hasta llegar al miembro, que ya empezaba a subir de tamaño.
Lo agarró con fuerza, y lo manoseo, por encima del pantalón, cada vez más y más. Yo ya no podía más, me bajé la bragueta, y la saqué.
Ella bajo su cabeza inmediatamente, y sin preámbulos se la metió de una vez.
Movía la cabeza de arriba abajo, como si no hubiera un mañana, y a cada succión se oía el ruido de su garganta llena de saliva.
La puse una mano en su nuca, para dominar el ritmo, y ella se dejo hacer, la apreté hasta que su boca llegase a la base del pene, y ella emitía unos gemidos, volviendo a soltar la presión,
para que siguiera el ritmo arriba y abajo, hasta que una explosión de semen inundo su hermosa boca.
Seguía chupando, ahora con dulzura, saboreando y degustando mi esencia.
Se incorporó, se atusó el pelo, y se levantó, me tiró un beso al aire y subió el pasillo.
A 5 o 6 filas se levantó un hombre, y la besó, la abrazó, y se perdieron por la cortina roja de la salida del cine.
Ha pasado más de un año, y el recuerdo de aquella mujer sigue tan presente como cuando la conocí, aunque ni siquiera sé su nombre, y es mejor así, ya que sin saber su nombre, esa experiencia que tuve con ella se eleva a un halo mágico indescriptible.


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