AVECES YO

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A veces soy yo y otras no sé ni quién soy, ahora mismo, desde este lado de la ventana, puedo observar el vacío que sienten todas aquellas personas que me acompañan en el camino al olvido.
Antonio se niega a entrar, solo quiere volver a su casa, busca desesperado a su mujer, su voz recorre cada hueco vacío de este cuarto, el nombre de ella suena en mis oídos con la misma intensidad que el lamento de ese pobre hombre.
Quisiera llenarme de valor para acercarme a él y calmar su llanto, cuando le veo pienso en mí, dentro de un momento quizás sea yo la que recorra los jardines buscando mis recuerdos, o tal vez mi voz se eleve sin control y ahuyente hasta el último gorrión.
Durante toda mi vida he caído y he aprendido a levantarme, he tropezado con las mismas piedras, he fracasado, ganado, reído, sufrido, he amado, querido, hasta en ocasiones odiado.
Si hubieran predicho mi futuro pagaría lo imposible para no estar aquí tratando de escapar de una enfermedad que tarde o temprano se apoderará de mí ser, no me quedará nada de lo que he vivido, me olvidaré del mundo que me rodea, de la fuerza con la que sopla el viento, de las estaciones del año, me veré en el espejo y seré una extraña, no volveré a sentir el buen gusto de comer esos cocidos gallegos que tú y yo preparábamos con tanto esmero, ya no te estaré esperando cada mes de julio para verte entrar por mi puerta, no sabré coger el teléfono para oír tu voz del otro lado, no sabré quien soy y lo más triste, es que no sabré quien eres.
Un día te volverás a echar en mis brazos, pero ya no reconoceré tus caricias, pronunciarás mi nombre y no esperarás respuesta, tú llorarás por mí y yo lloraré contigo.
la habitación sigue repleta de recuerdos, nuestras mejores fotos, los collares hechos con las conchas recogidas en la playa, tus medallas pero cada uno de ellos un día no serán más que polvo en el fondo de un armario.
Cuando te fuiste dejaste escrito tu nombre junto al mío, con letras bien grandes y de color verde¡ nuestro color favorito!.
Me siento algo cansada, me echaré a dormir un poco mientras te espero, ¡sí!, porque hoy es el uno de julio el día de tu regreso, la chica que me cuida dice que llevo semanas preguntando por ti y que desde hace tres meses espero junto a la puerta llorando sin saber por qué, tengo miedo de olvidarte ¡ mucho miedo! por eso he decidido escribirte esta carta, no te asustes si al verme no sonrío acércate a mí sin miedo y si descubres que ya no soy la misma, no te entristezcas sino que piensa en lo afortunadas que somos porque cada vez que te vea será como la primera vez.
Yo he aprendido a quererme así y sé que tú también lo harás, háblame de tus vivencias, llévame junto al mar busca las conchas más bonitas haz un collar con ellas y cuélgalo de mi cuello como antiguamente lo hacías, abrázame como solo tú sabes hacerlo y lo más importante no me olvides, recuérdame como he sido siempre, incluso ahora porque esta soy yo, la misma persona que te ha querido tanto y te seguirá queriendo porque el cerebro olvida pero el corazón no.


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