En el Jardín Botánico...

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
6673 visitas

Marcar como relato favorito

Bajo los más bellos, y frondosos árboles, me hiciste tuya...el agua de una laguna mojaba mi torso en plena desnudes, nadie iba hace años a ese lado del jardín de la universidad, jardín de 10 hectáreas infinitas, las flores nos rodeaban, y en cada embestida soltaban su cálido y delicado aroma, que llenaba nuestros pulmones, los llenaban para lograr más furia en nuestros gemidos...

No sentía mis piernas, mi cabeza estaba en blanco solo pensaba en que me dieras más, y me llenaras de tu néctar, gritabas mi nombre, realmente amaba esta sensación, llevamos un año cinco meses juntos, y como la primera vez, me sigues volviendo loca, me diste vuelta y penetrabas, rápidamente, mi interior estaba realmente en un incendio, un incendio que querías aumentar más y más, logrando hacerme pagar cada pecado cometido.

Como buen estudiante de fotografía, te encanta hacerme tu modelo, solo que en este tipo de ocasiones tus imágenes no van a tu clase, si no a tu propia galería... me haces sufrir, me mojas toda, y me dejas expectante a tus acciones.

Te preocupas de que tus fotografías de mi entre la extensa flora del lugar esté tapando sutilmente mi cavidad, te excita y te hace pedir clemencia para que yo te acepte de nuevo en mi interior. Tus movimientos son demasiado para mi, Cuando liberas mis labios para darte respiro, no hago más que gemir y aunque lo haga lo más fuerte que pueda nadie me ayudaría... estamos lejos de todos, en medio de la nada, ocultos entre la extensa laguna del campus y sus frondosos árboles ...

Te desnudaste por completo, colocaste el temporizador para inmortalizar nuestras acciones, que eran tan excitantes como lo que actualmente vivíamos. Me adornabas con grandes flores de color rosado y volvías a tomarme, siempre presa de tu miembro palpitante....

Nos sumergimos completamente en la laguna, el agua helada nos envolvía, en una danza constante de placer, nuestras lenguas proseguían una infernal lucha entre nuestras bocas.

Luego de un rato nos acercamos a una roca escondida entre los arbustos en la que apenas llegaban unos cuantos rayos solares; me cargaste como una princesa, me recostaste en aquella roca, y volvías a tus labores en mi interior... Escuchamos unas voces, la adrenalina nos invadía, o tal vez era el miedo a ser descubiertos, sin embargo nos quedamos unidos en silencio, las voces se alejaron lo suficiente como para proseguir nuestro ritual.

Comenzaste a grabar nuestro acto más fantasioso... me afirme como pude, pero no tenia jurisdicción sobre mi cuerpo, el agua humedecía mi cuerpo y hacia más fácil tu hermosa labor, mordías mis pechos sin perdón y jugabas con mi cavidad salvaje mente, solo podía disfrutar, ya ni siquiera podía moverme a voluntad; Paraste dependiente, recuerdo que me moleste tanto contigo, ya que faltaba poco para llegar a tocar las nubes... acabaste en mi, no usábamos protección, pero no importaba lo único que quería seguir sintiendo en mi cuerpo jadeante era tu tibia leche dentro de mi ....

Empezó a atardecer, llevábamos más de 3 horas en nuestra travesura universitaria por lo que nos vestimos, caminamos en silencio hasta llegar a tu departamento. Exhausta me senté en tu cómodo sofá de terciopelo rojo te acercaste misterioso, en un abrazo silencioso apretaste mis pechos, para luego acercar tu boca a mi nuca y susurrarme -No creas que hemos terminado Amor-....


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed