Su lado más salvaje Parte I

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Cuando TJ entró por la puerta me dí cuenta enseguida de que algo no iba bien. Tenía la mandíbula apretada y el cuerpo en tensión, a estas alturas me conozco su cuerpo al milímetro. Se dejó caer a mi lado en el sofá y apoyó el antebrazo en la cara a la altura de los ojos manteniéndolos ocultos.

– ¿Que te pasa? ¿A ocurrido algo en el trabajo?– Me dirijí a el con delicadeza, ya lo conozco en momentos así.-

– No quiero hablar de ello.- Me contestó tajante, estaba claro que no le sacaría nada con ese estado de animo.-

– Yo sé lo que necesitas… – Bajó el brazo y me miró detenidamente hasta que desaparecí en el dormitorio.-

Cuando TJ entró en el dormitorio yo ya estaba con un conjunto de La Perla negro de encaje, echada en la cama boca abajo de rodillas con el pecho descansando en una almohada, junto a mi había un azotador, unas esposas y una crema para azotes, que solo usaríamos después de la sesión para relajar la zona.

Desde mi posición podía ver del torso de TJ hacia abajo, lo vi suspirar, se le hinchó y deshinchó el pecho un par de veces, como si hubiera respirado hondo, se desabrochó los botones de las mangas de la camisa y las remangó y se colocó la polla en los pantalones, fue entonces cuando me dí cuenta lo excitado que estaba, allí en toda su gloria y envuelta en la tela del pantalón estaba su polla totalmente empalmada. Se me hizo la boca agua y empecé a humedecerme, me revolví donde estaba y noté la mano de TJ en mi culo, me bajó las bragas y las dejó justo por encima de las rodillas.

– Quieta. Junta más las rodillas a los codos y quédate quieta. – Mmmmm Esa voz autoritaria suya me ponía a mil.-

Sin esperarlo noté el primer azote, sentí la piel arder y ondear hasta llegar a ese punto entre las piernas, dí un gritito y jadeé. Había sido un guantazo con la mano, inmediatamente después acarició la zona calmando el picor. ZAS, otro azote, ZAS, ZAS, dos más, me desplacé hacia adelante sin darme cuenta y el me sujetó con la otra mano, ZAS ZAS ZAS, con estos últimos ya notaba mi esencia bajar por el muslo desde mi entre pierna, TJ soltó la mano que me sujetaba y la deslizó entre mis piernas, rozó la entrada de mi vagina y gruñó.

– Estás muy mojada, dispuesta… Pero aún no vamos a terminar de jugar. – Lo dijo con la voz ronca por el deseo.-

Introdujo el dedo en mí, lo movió en círculos, lo sacó y me lo ofreció deslizándolo por mis labios, yo sabía lo que le gustaba verme disfrutar de mis jugos, abrí los labios y saqué la lengua, primero rocé con la punta el dedo, para luego envolverlo con los labios y succionarlo. Le ví jadear y tocarse la polla con la otra mano, eso me encendió más, siempre me ha gustado ver como se toca sabiendo que es porque no puede evitarlo por mí.

 

Sacó el dedo de mi boca y me colocó de nuevo en la postura anterior, cogió el azotador y supe que la cosa se ponía seria. Me sujetó el hombre con una mano y me dijo que me preparara, ZAS el primero, ZAS ZAS, el picor se intensificó hasta convertirse en dolor, un dolor cargado de placer, me recoloqué para exponer más los labios, ZAS ZAS , gemí con fuerza, las cerdas del azotador habían rozado mi abertura y los labios de mi coño. Escuché a TJ gruñir de placer, un gruñido ronco desde el fondo de su ser, pegó los labios a mi oído y me susurró:

– Eres una gatita mala, no deberías disfrutar tanto con tus castigos…- Dicho esto, se incorporó y se desabrochó la camisa y se quitó los pantalones y los boxer.

Se colocó de nuevo detrás de mí, a la altura de la cadera y me propinó tres azotes más, entre azote y azote rozaba su polla contra mi cadera, dos azotes más e introdujo dos dedos dentro de mí, con una mano por debajo de mi vientre, dentro de mí y la otra por encima de mi trasero, me propinó unos azotes más, ya no podía más, noté el orgasmo venir, lo noté formándose desde lo más hondo de mi ser, una nebulosa de placer expandiéndose desde mi vientre hasta mi pecho, mi cabeza y mis extremidades, todo explotó dentro de mí, el me sujetaba con una mano aún rozando mi clítoris para alargar el orgasmo, jadeando intentando calmar mi respiración y mi vagina palpitante, le vi colocarse detrás de mí y de una estocada penetrarme, me dijo algo, logré entender algo como que “ahora me toca a mí” y comenzó a embestirme y acariciarme los labios y el clítoris.

 

En un momento ya estaba encendida de nuevo, todo mi cuerpo volvió a cobrar vida y empecé a acompasarme con él y sus movimientos, cogió mi pelo en una cola y tiró de el para levantarme un poco, empecé a moverme más rápidamente, el aumentó el ritmo y me decía guarradas, me sujetaba con una mano el pelo y con la otra un pecho, yo bajé una mano y empecé a tocarme.

– Eso es nena, tócate, córrete de nuevo para mí… Dios! Estás tan apretada… vamos!.-

Jadeantes, brillantes por el esfuerzo y calientes, nos movimos más y más rápido, los empellones cada vez más profundos y fuertes, ya notaba como se acercaba de nuevo el orgasmo y se lo hice saber a TJ, aceleró de nuevo y con un par de empellones empecé a notar como bombeaba dentro de mí, me dejé ir y apreté mi vagina para alargarle el orgasmo a él, lo oí gruñir y maldecir y se dejó caer encima de mi espalda.

– ¿Y ahora me contarás que te ha pasado en el trabajo?– Le pregunté tumbada junto a él en la cama.-

Continuará

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