Albotoro en la incertidumbre I

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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Año 2026, todo ocurrió sin previo aviso y de forma misteriosa, algunos testigos han afirmado ver días antes a varios camiones vaciando comercios y fábricas entre las 4:20 a.m y las 5:40 a.m., otros testigos, afirman haber visto varios barcos de carga que no solían frecuentar el puerto, se encontraban cargando containers y apilándolos con grúas, mientras que la zona iba quedando llena de camiones vacíos y con las llaves puestas, algunos de estos, incluso quedando con el motor encendido. Todos piensan que se marcharon a alguna parte cuyo paradero es desconocido, nadie sabe quienes son los que se han marchado, pues algunos medios de información han quedado con el cartel de fuera de servicio y los que continuan funcionando aún no han recibido información al respecto, los grandes almacenes han quedado parcialmente vacíos y comienzan a ser saqueados, por si fuera poco, las principales lineas de navegación marítima y aérea están todas fuera de servicio y a la espera, todo es un gran enigma, nadie sabe lo que ocurre, mientras tanto, la gente sin respuesta y alborotada. No han habido tormentas, ni tampoco explosiones, ni nada fuera de lo habitual, tan solo se ha estancado todo y al parecer se ha marchado mucha gente.

 

Tras varias semanas sin ninguna información, ya han comenzado a escasear el agua y la comida, la gente ha comenzado a subir al monte y a buscar víveres en la montaña, mientras que otros han decidido buscar el alimento en el mar. Nadie pensaba hasta ese momento que las cosas fueran a resultar tan difíciles, no es para menos, durante la mayor parte de sus vidas solo tenían que ir al supermercado y coger lo necesario, ahora, todo está parado y no hay suministro de alimentos, para colmo, comienzan a haber cortes de luz y cortes de agua debido a la falta de personal cualificado y a la creciente demanda por averías, las cuales, se están haciendo notar. Los principales hospitales están llenos de gente desatendida, pues no se sabe a dónde ha ido mas de la mitad del personal médico, por suerte, todavía quedan grupos de buenos médicos que han tomado la iniciativa y han comenzado a formar pelotones de auxiliares para que les ayuden, pues están desbordados y no pueden atender a todos, mientras tanto, las urgencias abarrotadas, las enfermedades se multiplican, y por si fuera poco, la situación ya es desastrosa.

 

Han pasado ya un par de meses y los medios de información ya han dejado de emitir señal, en algunos casos porque han saqueado las antenas, y en otros, porque se ha cortado el suministro eléctrico, la gente está desesperada, se han formado algunas colonias organizadas mientras que el resto es un alboroto y un caos, han habido muchas bajas y el desorden está por todas partes, todo se ha convertido en una mescolanza social y la lucha por la supervivencia ha comenzado entre aquellos mas desorganizados y sin principios morales.

 

Algunas colonias han abandonado los nucleos urbanos y se han adentrado al monte, mientras que otros se han arrimado a las zonas marítimas lejos de las ciudades.

 

No ha pasado ni medio año y el retroceso tecnológico e industrial ya es notable, los supervivientes que han conseguido adaptarse están comenzando a construir algunos refugios, pero la mala planificación en la mayoría de los grupos hace que estos pierdan el tiempo en riñas o en discusiones, impidiéndoles así, desarrollar una buena planificación para sus infraestructuras vitales, tales como los conductos de drenaje.

 

Tres años después, todo parece tranquilo, aunque el alimento es escaso y el clima vuelve a presentar adversidad con tormentas de polvo. Las colonias no han sido bien planificadas y sus refugios no cuentan con túneles de drenaje ni con depósitos bien acondicionados para contener y reciclar la basura, el estiercol se los empieza a comer y la mayoría piensa que debe comerse el estiercol tal como hacen los astronautas o de lo contrario el estiercol se los comerá a todos ellos.

 

“El alboroto incrementó la competencia y la dejadez alimentó a la incertidumbre, sin saber lo que pasaba fue difícil preveer y planificar, como resultado de todo esto, el estiercol se volcó sobre ellos.”

 

Nota: La realidad sería de otra manera, aunque sin los sistemas de drenaje ni de ventilación cualquier cueva o refugio quedaría inutilizable en poco tiempo y se convertiría en fuente de pestes y de enfermedades. Por otro lado, ante situaciones de saqueo y de devastación vivir en cualquier ciudad significaría competir por la superviviencia incluso si se contara con las medidas adecaudas, pues las ciudades no proporcionarían alimentos y deberían ser igualmente desalojadas en cuanto sus reservas se agotaran o en cuanto sus infraestructuras se estancaran.

 

 

 


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