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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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Tomo la botella por el pico y de un solo sorbo bebió prácticamente todo el contenido.

-No creo que eso sea una buena idea- dijo ella, mientras él seguía tomando.

-Es para juntar valor, además creí que estabas acá para ayudarme.

-Y eso es exactamente lo que estoy haciendo.

-No parece- tiro la botella ya bacía al suelo –vamos.

Era una noche bastante oscura y la calle se veía solitaria. Llego hasta la entrada de una gran casa y se detuvo.

-Llaves- dijo ella, y el saco de su bolsillo unas llaves con las que logro abrir la puerta muy fácil y rápidamente, dio unos pasos en su interior.

-Alarma- dijo ella.

El la miro por unos momentos extrañado, y ella apunto con el dedo a un pequeño panel sobre la pared.

-Alarma- repitió ella.

El se acerco velozmente, saco un trozo de papel de su bolsillo e introdujo una serie de números en el panel que tenia anotados allí, un leve sonido informo que ya se encontraba desatibada.

-Vez, estoy ayudando- dijo ella con una sonrisa.

Comenzó a recorrer la casa hasta llegar a una habitación cerrada, aunque se veía luz salir por debajo de la puerta.

-¿Esta?- pregunto él, ella asintió con la cabeza.

Con una patada abrió la puerta, dentro, un hombre notoriamente mayor sentado en una silla de ruedas, se sorprendió y asusto hasta casi caer al suelo.

-Creo que lo mejor ahora seria atarlo, ¿No te parece?- dijo ella.

-No creo que eso sea realmente necesario.

-Mejor prevenir que curar.  

Ato al hombre, quien no decía nada, con una pequeña sabana a la silla donde se encontraba postrado, el hombre se agacho a su lado, apoyando sus manos en las piernas del hombre.

-Ya sabes lo que quiero, no hagamos esta situación más difícil- el dijo con vos autoritaria.

-Realmente no se a que se refiere- dijo el hombre casi llorando.

-Está mintiendo- dijo ella muy tranquilamente.

El se levanto y la miro.

-¿Y que se supone que haga?- le pregunto el

-Obligarlo.

-¿Cómo?

-En la cocina debe haber bastantes cosas que pueden ayudarte, cosas filosas.

El se le quedo mirando por unos momento, y salió de la habitación, unos momentos después apareció con un gran cuchillo y la volvió a mirar a ella, quien con su dedo hizo un movimiento en su cuello, el al ver  esto acerco el cuchillo hasta el cuello del hombre atado, y apretó tanto hasta que una gotas de sangre comenzaron a emanar de su cuerpo, el hombre solo sollozaba en silencio.

-¡Donde esta!- grito él.

-Las rosas, el rosas- respondió llorando.

El hombre se levanto y la mira a ella, quien estaba sonriendo, y con una mano señala una parte del jardín cubierta de rosas que se ve desde una ventana.

Primero arranco con sus manos todas las rosas del lugar y cuando que solo tierra descubierta, comenzó con una pala a remover la tierra.

-Sería bueno tener un poco de ayuda- dijo con vos cansada y muy transpirado.

-Sí, supongo que eso sería lo ideal- dijo ella muy tranquilamente, mientras se encontraba parada a su lado sin hacer nada.

De pronto sintió como su pala golpeaba algo, se detuvo, y se agacho, con sus manos removió la tierra hasta encontrar una gran bolsa plástica, levanto la cabeza y la miro, ella estaba sonriendo.

Allí estaba el cuerpo sin vida de la joven, enterrado debajo de las rosa, el hombre se sentó a su lado viendo el bulto muerto, al fin la había encontrado, al fin no necesitaría más de su ayuda, la había encontrado.

Se quedo sentado solo y en silencio en el suelo, todo había terminado para él, y ella podría descansar en paz.


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