Un buen encuentro con repercuciones... ¿O no?

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Era el último año de colegio y me había quedado a supletorios, al igual que mi novio y varias personas. Habíamos tenido ya dos semanas de recuperación y este viernes iniciaron las pruebas. En esta última semana Tom (mi novio) y yo habíamos estado muy calientes, y como resultado a esto buscamos un lugar para tener unos encuentros muy placenteros. A la final nos decidimos por un baño que estaba ubicado atrás del bar. Todo el año el y yo habiamos estado jugando, y ambos ya teniamos hasta nuestra última célula hirviendo. 

Como los últimos días, fuimos hacia los baños y al llegar nos besamos, al inicio, castamente y poco a poco subiendo la intensidad. Nos metimos en el cubículo de hombres y después de poner seguro, sus manos empezaron a agarrar mis nalgas y sus dedos a rozar mi concha por encima de mis pantalones. Demonios, estar tan cerca de el era extremadamente placentero. Sus manos soltaron el botón de mis vaqueros y rápidamente me los bajé. Tom me empujó para que me sentara en el borde del váter y agresivamente abrió mis piernas dejando mi vagina al aire. Sus dedos tocaban mi rajita mientras pasaba su lengua por sus labios, viéndome con deseo.

-Isa, estas empapada-. Al acabar de decir esto, dos de sus dedos se abrieron paso dentro de mí violentamente, sacando un gemido ronco de mi garganta. Estos entraban y salían ráapidamente de mí, hasta que fueron sustituidos por su gloriosa boca y lengua. Lamía todo lo que podía, masajeaba mi clítoris con la punta y ovalaba sus labios para absorverla, era un dios... mi dios. De la nada sus dedos volvieron a estar dentro de mí con el mismo movimiento violento y exitante. Poco a poco me sentía mas cerca del orgasmo y empezó a lamer mi clítoris, mientras sus dedos seguian con su trabajo.

-Vamos amor, correte para mi-. Su voz ronca me ponia a mil. Yo jamás habia tenido un orgasmo, y segundos despues sentí varias contracciones y un temblor que me recorrió de arriba a abajo dejando salir todo mi placer con un gemido desgarrador.

Había quedado agotada pero quería compacer a mi chico. Me paré y besée sus labios mordiéndolos suavemente y fui bajando mientras lamía su cuello, su pecho desnudo y abdomen hasta llegar a su verga. Desabroché su pantalón y ya en su bóxer se notaba su hinchado miembro. Sonreí y lo descubrí, miré su intimidad un segundo antes de empezar a lamerla mientras jugaba con sus testículos. El me rogaba con lujuria en su mirada y ansiedad en su voz. Despues de "torturarlo" varios minutos más, me lo meti en la boca, mientras mi mano lo masturbaba. Mi lengua empezo un masaje en su zona mas sensible y fui arrancándole varios gemidos. Tiempo después emitió un sonido gutural, total se habia corrido. 

Así seguimos bastante tiempo, hasta que escuchamos la voz de un profesor y ambos sabíamos que estábamos en problemas.

Continuará...

 

(Soy nueva aquí, este es uno de mis mejores relatos y espero que realmente les guste. Me ayudaría muchísimo algunas criticas constructivas y sería genial seguir escribiendo para todos ustedes)


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