Un buen encuentro con repercusiones... ¿O no? (Parte dos)

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
4922 visitas

Marcar como relato favorito

Tom y yo habíamos salido de nuestro trance de un golpe al escuchar la voz masculina que nos pedía que saliéramos. Nos vestimos lo mas rápido posible y salimos con la cabeza gacha. Este profesor no era mucho mayor a nosotros, tendría como maximo unos 27 años y era guapísimo.

-Que creen que están haciendo eh?- sus palabras nos robaron una sonrisa. Su rostro se contrajo de indignación.

-Ya se les borrara esa sonrisa de su cara cuando estén con la directora-

Lentamente mientras el nos regañaba y decía que nos iba a reportar, una idea candente crecía en mi cabeza. Mire a Tom de reojo, y el supo mis intenciones e inclino su cabeza mostrando estar de acuerdo.

El profesor no paraba de hablar así que me acerque y lo calle con un beso, se resistió al principio pero como todo hombre su pared de arena se derrumbo ante mis lametazos y mordidas, tanto en su cuello y en sus orejas. Note como su bulto crecía así que cerramos la puerta general del baño.

Mientras Tom se sentaba en una silla, yo me desnudaba sensualmente. Sebastián (el profesor) miraba mi cuerpo con los ojos como platos y empezó a masajear su intimidad. Me contoneaba sabiendo que mi figura lo calentaba, lamia mis labios y jugaba con mis pechos... Después de varios minutos jugando con mi cuerpo me arrodille lentamente dejando que me admirara y abrí sus pantalones. Era enorme. La tocaba con las llemas de mis dedos después de humedecerlos con mi boca.. Mordía sus labios ahogando sus gemidos, y Tom al otro lado del baño disfrutaba del show. 

Mi lengua lentamente empezó a lamer todo su falo, lo metía en mi boca y lo sacaba rápidamente. Mis manos masturbaban mi hinchado clítoris y mis piernas estaban temblando por la excitación. Mientras se la mamaba al profesor Tom vino por detrás poniéndome en cuatro y empezó a lamer mi vagina. Al tener su gran verga en mi boca suprimía mis gemidos. Las manos de Sebastián tenían mi cabello agarrado entre sus dedos marcando el ritmo de mi boca. De pronto exploto, llenando mi boca de su semilla. Me miro con deseo.

-Tom su novia es toda una guarra no es así?- la pregunta lo tomo por sorpresa y me miro mordiendo su labio.

-Señor, no se imagina- el que hablen así de mi me ponía muy cachonda. Me iba a parar imaginando el fin de esto pero de la nada las enormes manos del profesor colocaron sobre su boca mi entrepierna y empezó a lamer y morder arrancándome gemidos desde el fondo de mi garganta. Tom golpeo su intimidad contra mi cara y la metió en mi boca rápidamente. Metió hasta el fondo dándome un par de arcadas y sacándome una lagrima, así varias veces hasta que se volvió a correr y yo junto con el.

Ambos tenían un plan me miraban con malicia mientras me ponían en cuatro, Tom empezó a penetrar mi concha y Sebastián mi culito (que hasta ese momento era virgen) ambos la metieron de una estocada y grite dolorosamente, empezaron a moverse sin piedad cada vez mas profundo mientras mi profesor tocaba mi clítoris y Tom succionaba mis pechos mordiendo mis pezones. Poco a poco el dolor se transformo en placer. Mi mente daba vueltas, jamás había estado tan exitada. Después de un rato, ambos a punto de correrse salieron de mi, mientras yo los miraba se empezaron a masturbar frente a mi llenando mi cara y pechos de su semen.

-Muchachos espero que esto no vuelva a pasar- dijo nuestro profesor con sarcasmo.

-Ni nosotros- respondimos Tom y yo mirándonos.

Los tres habíamos quedado mas que saciados, y el profesor nos perdono esta y algunas otras.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed