Triste carta de amor

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1238 visitas

Marcar como relato favorito

Querido:

Sé que es tarde para escribirte pero necesitaba contarte algo. Algo que en estos dos años que estuvimos juntos no supiste de mí… aunque tampoco te molestaste en conocerlo.

Siempre amé las novelas de amor. Todas y cada una de esas miles y miles de historias que siempre acaban con un bonito y romántico final feliz. En ellas el amor se ve tan maravilloso… Sin embargo las novelas mienten. ¿Lo sabías? Yo no… Creí en ellas. Pensé que siempre hay un final feliz. Que las cosas se acaban arreglando. Que ingenua soy ¿verdad?  Supongo que fui demasiado ilusa y ahora estoy pagando el alto coste de mi error.

Duele tanto. Cada día. Cada hora. Cada minuto. Cada segundo. Cada vez que respiro noto un puñal atravesar mi pecho. Una y otra vez.

Sé que a ti eso no te importa. Al menos ahora ya no. Al igual que se perfectamente que la elegiste a ella… de eso no me queda duda.  Lo sé desde aquella mañana.

 

***

 

La noche anterior  habíamos discutido. Me dijiste cosas horribles, pero una vez más yo sabía que no asumirías tu error.  Sabía que como siempre no te tragarías tu orgullo  y venderías a buscarme. Por ese mismo motivo (tal y como pasó en toda y cada una de nuestras discusiones) decidí ser yo la que diese el primer paso. Tenía las llaves de tu apartamento así que decidí sorprenderte  con el desayuno en la cama. Pensé que sería romántico. Pero tú  ya estabas con otra. Entre a tu cuarto y os vi allí, juntos en la cama. Ví como ella dormía recostada sobre tu pecho mientras tú tiernamente la abrazabas. Desee con tantas fuerzas ser ella. Que por una vez en tanto tiempo me abrazaras tal y como lo hacías antes… pero no. Yo solo era la patética novia que luchaba por mantener al hombre que amaba mientras este la engañaba.

Si. Te amaba. Y durante mucho tiempo trate de recuperarte. De recuperar lo que un día tuvimos. Sin embargo ya era tarde, tú ya habías comenzado a olvidarme.

***

Entonces te preguntarás ‘’ ¿Para qué me escribes entonces? ¿Por qué no simplemente te olvidas de mi, tal y como hice yo contigo?’’.

Probablemente pensarás que es por un nuevo arrebato de ‘’ex novia histérica’’,  o para dar pena, o para suplicar por un poco mas de tu amor… o simplemente para insultar a tu nueva chica cuan ex novia loca (tal y como me llamas tú). Pues te equivocas. Esta carta es distinta. Es una despedida.  Una despedida porque ya no tengo fuerzas para continuar.  Mi corazón, o lo que dejaste de él, ya no puede luchar más.

¿Y por qué me molesto en despedirme si se que a ti no te importa que me valla? Pues simplemente porque soy estúpida. Si, ESTUPIDA. Siempre lo fui… fui estúpida por no haberme rendido antes, por haber dejado que me destruyeras una y otra vez, por no poder olvidarte… porque a pesar de todo, sigo amándote. Pero por favor, solo por una única vez, entiéndeme: yo no soy como tú: yo no cambio al amor de mi vida por unos momentos de placer pasajeros.

Porque si, tu eres el amor de mi vida. Lo supe desde el día en que te conocí. Desde el día que la sonrisa de ese muchacho arrogante y creído me cautivó. ¿Recuerdas aquel día? Yo recuerdo hasta el último detalle…  recuerdo que dije, recuerdo que dijiste, recuerdo como me miraste… incluso recuerdo que llevabas aquella camisa que te gusta tanto.

Desde aquel día hablamos cada vez más y más, hasta que llegaron los primeros abrazos, los primeros besos, el primer  te quiero…. Tantos buenos momentos… lástima que no fueran verdaderos.

Pero tranquilo, sé que es mi culpa. Mi culpa por entregarlo todo de mí. Mi culpa por apostar por el típico ‘’quien no apuesta no gana’’.  Pero en aquel momento nadie me había explicado que también corrías el riesgo de perderlo todo… tal y como paso. Sin embargo, antes de abandonar definitivamente, antes de darme por vencida, antes de aceptar mi condena… quiero decirte algo más: siento no haber sido lo suficiente para ti y espero que ella pueda darte lo que yo no supe darte. Que ella alcance tus expectativas y te haga feliz… y, sobre todo, que nunca pisotee tu corazón tal y como tú hiciste con el mío porque eso… eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed