Relatos cortos para Ella

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                                                     Siete vidas

  

Alguien dijo una vez que una persona vive siete vidas y justo un momento antes de morir eres consciente de todas ellas. En ocasiones algo pasa y es tan increíble que traspasa todas las siete vidas. Algo tan increíble como el amor.

 

          1850.England

Ella solía estar apartada de las fiestas y la gente mediocre que las frecuentaban. Ignoraba la sociedad y esta la ignoraba a ella y su extraño modo de vida. De piel blanca, pelo oscuro y ojos verdes , podía tener a cualquiera…y las malas lenguas decían que los tuvo después de la muerte de su marido.

Me asombraba su libertad. Siempre tenia la respuesta correcta en el momento adecuado y esa sonrisa irónica en sus labios.

Mis amigos se burlaban de mi porque actuaba como un niño tonto cuando ella estaba cerca. El día que me invitó a tomar el té tuve un presentimiento. Antes de salir por la puerta de mi casa supe que nunca nada volvería a ser igual.

Sentados en su pequeño salón, nos miramos sin decir una palabra. No podía haber dicho nada aunque lo hubiese querido. Todo en lo que podía pensar era… Cogí su taza y la puse encima de la mesa. De rodillas delante de ella, toque sus labios. Lo siguiente que recuerdo es a mi dentro de ella. Moviendo me despacio, sus piernas alrededor mío, moviéndose conmigo. Supe que la iba a querer hasta el fin de mis días y mas allá.

Después ella murió. Todo lo que me quedo fue aquel momento suspendido en el tiempo, su olor en mi piel, su sabor en mis labios y ella por cada rincón de mi maldita alma. Me prometí seguirla e invoque la Muerte para que viniera a por mi.

Tras años de espera Ella se presento ante mi y dijo:

“Te daré seis vidas más. Seis oportunidades para encontrarla. No habrá paz en la Tierra hasta el día que la encuentres y la reconozcas. Hasta entonces te condeno a seis vidas de dolor y búsqueda.”

Y se fue llevándose mi paz, mi vida y mi alma con Ella.

 

 

  Germany 1915.

Conocía esos ojos de alguna parte. Joven y atrevida, esa chica me volvía loco. Servía café cada mañana en un pequeño bar cerca del sitio donde me habían mandado. Solía poner la música alta y reír a carcajadas con cada soldado u oficial sin hacer distinción. Nadie dudaba de su inocencia. Nadie la hacia bajar la música ni ponía preguntas sobre lo que hacia en su tiempo libre. Esa chica era un misterio al igual que su nombre.

Mas tarde, al caer la noche, me acerque al bar. Me abrió insegura y me dejo pasar. Empecé a besarla y me devolvió los besos. La coloque sobre una mesa que teníamos cerca. Ella temblaba.. haciendo lo todo de prisa y yo intentando calmarla.

Un ruido vino desde abajo. Sentí como se quedaba quieta. Le dije que se mantuviera en silencio y yo cogí mi arma. Abrí la puerta del sótano. Varios niños me miraban con las caras asustadas y lo entendí todo.

Petrificado la mire. Me sonrío. No había miedo en sus ojos. Confiaba en mi. Ella sabia al igual que yo que no la fallaría.

Una semana mas tarde los dos fueron ejecutados mientras intentaban pasar la frontera a un país vecino.

 

Italia 1916.

Nadie entendía porque se hizo monje. Nadie sabia que el fue elegido por Ella. Que estaba casado con ella y la seguiría hasta el fin de su miserable vida. Rezaba todos los días, fantaseando con el momento cuando Ella volvería en sus sueños.

Desesperado, empezó a pensar que ella no estaba contenta, que el tenia que hacer mas para llegar a sentir la paz y alegría que una vez conoció. Recorrió todas las iglesias, hablando de cómo Ella lo salvo.

Cada noche la sentía a su lado, tocando lo , hablándole, orgullosa..y se dormía feliz.

La quería mas que a su vida, mas que a su propio Dios y por encima de cualquier razón.

Vivió una vida de pobreza. Lo único que poseía era una imagen de Ella. Lo encontraron en su habitación, abrazando una pieza de madera desgastada, con una sonrisa dibujada en la cara, a la edad de cincuenta.

 

Argentina 1950. 

Esa mujer era increíble. No podía apartar mis ojos de ella. Me gustaba mirar la mientras se movía en la pista de baile.

Recordé la noche anterior. Se que ella también la recordaba… Me agarro y me llevo a la pista de baile mientras su roja falda bailaba entre mis piernas. Cogí sus pelo, tirando para atrás y asi tener su boca mas cerca de la mía. Ella jugaba con fuego hace mucho tiempo sonriendo, flirteando, seduciéndome. Sabia que ella bailaba para que me deseaba a mi en vez de a ellos. Ella quería que fuese yo quien la besará…todo este tiempo ella me deseaba a mi, deseaba una mujer y yo, yo la deseaba aun mas. La quería.

Asi que la bese. Solo un beso mas antes de… El momento perfecto. El lugar inapropiado…

Decidimos que ya habíamos tenido bastante de esta vida. Decidimos que un beso era el precio justo a pagar.

Una bala vino de ninguna parte y nos libero a las dos.

 

  America 1970. 

 Lluvia. Amaba la lluvia. La mire mientras avanzaba hacia mi. Me dejaba sin respiración.

Amaba todo su cuerpo, sus labios y esos hermosos ojos verdes. Amaba como su negra piel contrastaba con la mía. Sonreía. Siempre me sonreía de esa manera. Como si guardara un secreto, un genuino secreto…que yo a mi vez, compartia.

Solía cantar para mi cada mañana mientras limpiaba los platos o preparaba el almuerzo. Yo ,mientras, leía el periódico . Luego nos sentábamos juntos a la mesa y rezabamos… por un nuevo mundo, un nuevo futuro, por nosotros.

Ella nunca dijo nada. Yo nunca le dije nada. Pero los dos lo sabíamos.

Nunca se casaron. Nunca besaron a nadie. Nunca dijeron nada. Tenían la lluvia y todas las mañanas. Se quisieron hasta el fin de sus simples, corrientes y aburridas vidas.

 

Romania 1980.

Nunca supe que ella podría ser esa persona para mi. Nunca supe que me rompería el corazón se iría y se llevaría con ella, todo lo que yo tenia.

Nunca supe que podría dar mi vida por ella, que maldeciría a la mismísima Muerte y que la seguiría a través del tiempo y espacio.

Nunca supimos como una sonrisa podría avivar tu alama, como un beso te haría perder la cabeza, que alguien era capaz de hacer cualquier cosa por un sueño, una ilusión y que todo sería posible sin pronunciar palabra.

Nunca supimos como seria el amor porque nunca nos conocimos.

 

No place. Lost in time

Mire en sus ojos y pude “verla” desde un principio. No supe que estaba pasando. Nada me había preparado para ella. Estaba tan perdida que no me reconocí a mi misma y no la reconocí a ella. Pero la manera en la que me miro…

Años después la volví a ver. Siglos lejos de aquel día, millas lejos de cualquier otro lugar pasado, nos encontramos y encontramos el amor.

Y nada volvió a ser lo mismo, como desde un buen principio.

 

 


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