El abrazo de oro

Por
Enviado el , clasificado en Reflexiones
1243 visitas

Marcar como relato favorito

Recuerdo que una vez, viviendo en Ciudadela, tuve una semana para el olvido. Estaba harto de mi familia, no soportaba la idea de que mi abuela me acompañara al
colegio primario que estaba solo a cuatro cuadras de casa. Encima, era el ultimo año que cursaba y era nuevo porque nos habiamos mudado hace poco. Por ese
motivo, de la casa de San justo en donde era muy frecuente las lluvias y las inundaciones que soportabamos por la falta de atencion de la municipalidad. No habia
otro remedio que irnos del caseron que habitamos, aunque mis viejos hicieron un esfuerzo para que viajarmos en colectivo con mi abuela y mi hermano hasta el
colegio almafuerte. De un par de cuadras en minutos de distancia, se convirtio en media hora de viaje con un solo colectivo.
No tenia nada contra mis nuevos compañeros, es mas, me tuvieron demasiada paciencia y los recuerdo mas que a mis anteriores. Pero por ese motivo, decidi no ir al
viaje de egresados. La misma decision la tomé en el secundario, porque me sentia mas comodos si mis compañeros y amigos estaban conmigo donde sea. Ellos no
pudieron ir, yo tenia la opcion de salir becado para ir gratis. y no lo hice.
Volviendo a la primaria, esa semana me sentia demasiado mal, aunque parezca una estupidez y mas por los problemas que pasan hoy en dia, no queria que mi
abuela me acompañara al colegio de cuatro cuadras de casa.
Un dia exploté, no pude disimular mas y las que me escucharon en llanto fueron la maestra y la preceptora. Ese dia, fui lo mas sincero posible cuidando mis palabras.
Ellas me entendieron, los que no entendian eran mis padres cuando fueron llamados por la maestra para dialogar.
A todo esto, el viernes de esa semana mis viejos recibirian a unas personas relacionadas con el espectaculo por intermedio de mi hermano. No tenia ganas de ser
hipocrita y fingir una sonrisa, era demasiado el rencor acumulado de no poder decir exactamente lo que me pasaba para que me comprendieran.
No podian entenderme, solo por el hecho que estaban ocupados con los detalles para cerrar una funcion o una presentacion de mi hermano para un teatro o un
festival. No los culpo, ahora que pasaron los años. Si se los recuerdo cuando puedo.
Esa noche vinieron, una destada profesora de danza arabe, un cantante que mi viejo representaba y un actor del teatro under. La cena no estuvo mal, un poco me
hicieron olvidar el rencor. Pero mas allá de eso, no tenia la cara de muchos amigos. Notaba que el actor hablaba y de vez en cuando me miraba para ver mi reaccion.
Cuando la cena llegaba a su fin, este actor under se pasó un poco de copas. Sabia manejar la situacion, pero se le notaba mucho el clasico arrastre de palabras.
Al despedirse, despues de una gran velada, el actor se hace aparte para decirme algo enfrente de todos. El intentó hacerme reir por momentos lo habia logrado, pero
era el unico que notaba que algo me pasaba.
Sin saberlo, sin decirle nada, el tipo me dijo algo que nunca olvidaré. Se acerca y me dice: "Un gusto conocerte. Yo me doy cuenta de las personas que no son
entendidas. Yo estuve como vos en una parte de mi vida, te juro que te entiendo. No lo olvides, vales oro."
La reaccion que tuve fue la de llorar, pero de emocion. Fui corriendo y lo abracé al despedirme, despues fue a los brazos de mi vieja para seguir llorando de felicidad.
Por saber que alguien sin conocerme me dijo las palabras que nadie me dijo jamas. Al actor no lo vi mas, no supe mas nada. No sé si fue el alcohol, la necsidad de ser
protagonista, no lo sé. Pero fue uno de los gestos que aun recuerdo. Mas el abrazo de oro que me dió.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed