Encuentros

Hoy mientras caminaba por la calle pude verte, un poco más alto, mas distraído, menos huraño. Te mire y me sonreíste al instante. Dentro de mí sentí la necesidad de abrazarte, de aspirarte hasta lo más profundo de mis sentidos, y perderme entre tus brazos. Llegaste esquivando fácilmente a la gente, me saludaste sin palabras con el abrazo deseado con las caricias a mi espalda.

-Me has hecho tanta falta- susurraste

-Te he echado de menos como loca-conteste

Tomaste mi mano en automático, hasta el día de hoy jamás nos habíamos atrevido a hacerlo, caminamos hasta alejarnos de la multitud. Tu mano cubría por completo mi puño, caminaba lo más rápido que pude, pensando, recordando, ¿olvidando?

-Quisiera besarte- me dijo sin más- te extrañe tanto este tiempo, te busque como un estúpido, te llame, lo enfrente, pero nada funciono- me susurraba mientras nos acurrucábamos en el sillón.

-Lo lamento, lo lamento- contestaba una y otra vez mientras me aferraba a su cuerpo.

-¿Sigues a su lado?- me miro a los ojos

-Si- respondí mirando el suelo- jamás he podido dejarlo. Soy demasiado cobarde, tengo miedo del mundo, de las palabras de la gente.-

-sabes que yo te protegería-Me beso- él sabe que jamás lo dejaras, y sabe que no le amas. Es como un niño egoísta que sabe que gano con trampas pero le gusta tener el trofeo en la repisa-

-Jamás me reclamo tu existencia- me miro extrañado- la única ves que pregunto por ti se arrepintió-

-¿le dijiste todo?, las noches que pasamos, los días que escapamos, los sueños, los planes, ¿le pediste que te dejara libre?-

-Cada día hasta el día de hoy-

-¿Entonces?- me miro con esperanzas, con amor, con pasión.

-desapareciste- se encogió de hombros

-Perdóname-

Nos quedamos mirándonos un rato, jugamos con el antiguo placer de amarnos, dormimos abrazados, despertamos asustados. 

-¿Te quedaras?-sus manos recorrían mi espalda

-Me quedare- acerque mi cuerpo al suyo- él sabe que esto pasaría algún día. El sabía que si algún día te encontraba jamás regresaría-

-Te amo-beso mi nuca.

Así nos quedamos esperando que el tiempo se congelara que las palabras no llegaran...