Así conseguí acostarme con él

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
10374 visitas

Marcar como relato favorito

No es que llegara a estar enamorada pero si había algo que deseaba con todas mis fuerzas era estar con Tom, o al menos conseguir que él me deseara en su cama. Pero él estaba prometido con una muy buena amiga y llevaban tres años de relación. Se lo había pedido el día de San Valentín de este mismo año. 8 meses después aún no han fijado la fecha pero él asegura que se casarán este mismo año. Yo sólo tenía un objetivo en mi mente y era conseguir que Tom me hiciera el amor pero sin lastimar a mi amiga antes de que se casaran y no tuve más remedio que conseguir que aceptaran hacer un trío conmigo. Los convencí con un discurso sobre probar cosas nuevas en pareja, que si se apagaba la llama y esas historias. Para mí sorpresa aceptaron encantados. Ella es bisexual asique tampoco es demasiado raro. Cuando ya estábamos listos y desnudos en una inocente habitación de hotel yo no podía dejar de pensar en esa enorme polla que al fin veían mis ojos. Quería comerla, que entrara en mí, que rozara mis paredes vaginales y anales, sin perdonarme ni un solo agujero de ser penetradro por ese tremendo miembro. Pero los remordimientos me carcomían por dentro asique empecé con mi amiga y le pedí a Tom que sólo nos observara (de momento) pero que no se tocara ni se estimulara él mismo. "Yo te excitaré como nunca luego" pensé sonriente. 

-No hace falta que hagas nada, sólo disfruta de lo que te voy a hacer- le susurré a mi amiga, pues yo también quería correrme por primera vez esa noche a manos de Tom.

Ella se tumbó en la alfombra desnuda, boca arriba y con los ojos cerrados. Tom observaba desde una mecedora de madera, expectante. Me coloqué encima de ella, de modo que mi vulva y la suya estuvieran en contacto. Mi amiga permanecía sin moverse, con las piernas juntas y yo con una pierna a cada lado de su cuerpo. Me agaché para besarle la boca y sentí cómo su entrepierna se estremecía cuando la mía se movió encima. Bajé con mis labios por su cuello mientras mis manos masajeaban lentamente sus senos. Le agarré las caderas y fuerte le mordí un pezón. Hizo un ligero movimiento de pelvis hacia arriba y noté su coño mojado contra el mío. Metí las manos entre sus piernas y comprobé a sabiendas lo húmeda que estaba. Retrocedí más hasta poder acercar mi cara a su vulva. Mi dedo hizo un círculo en su interior y salió para darle paso a mi lengua. Mi lengua se detuvo cuando estaba a punto de correrse. Ahora le pedí a Tom que viniera y a ella que ocupara el sitio de Tom, sin tocarse tampoco (de ella no me importaba pero quería disimular mi juego). 

-¿Preparado para disfrutar?-le susurré y su pene erecto contesto por él.

Le besé la punta y lo lubriqué hasta el fondo de mi garganta. "No quiero que te corras en mi boca" pensé. Él lo interpretó como si ya conociera lo que quería e introdujo su pene en mi vagina lentamente. El sentirlo dentro de mí hizo que se me escapara una enorme sonrisa boba y empecé a cabalgarlo. Los dos sacudíamos las caderas aumentando la rapidez más y más. Ambos chorreábamos y gritábamos como si su prometida no estuviese ahí mismo. 

-Ah, ah, más fuerte- supliqué a pesar del dolor que ya me estaba causando semejante bulto.

Aceleró tanto como pudo antes de acabarnos de correr. Sudados acabamos acostados yo encima de él y cuando me percaté de dónde estaba, busqué con la mirada a mi amiga, esperando no haberla ofendido. Parecía que ella lo había disfrutado casi tanto como nosotros y acabó igual de agotada pues pude ver dos de sus dedos aún dentro de sí misma y más mojados de lo que estaba yo antes. 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed