Barby la morena insaciable.

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En medio de un agotante día en la oficina, una junta tras otras, acuerdos y llamadas telefónicas; el estrés insinúa una erección bajo mi pantalón, como primera opción opto por masturbarme pero no parece ser suficiente… Me quedo pensando un momento que parece ser eterno y me decido por llamar a Barbara ‘’Mi Barby’’ una morena de ojos claros espectacular con un cuerpo de muerte que siempre estaba dispuesta… Acordamos que en una hora estaría en mi oficina, y así fue.

Mi secretaria la anuncia y rápidamente abro la puerta pare recibirle, lleva un vestido blanco un poco más arriba de la rodilla, se ve muy provocativa sobre todo con su labial rojo. Le beso apasionadamente en la boca. –Vaya que estas ansioso. Me dice. –Mira lo que provocas. Le digo besándola nuevamente y cerrando la puerta tras de ella, no hacen falta muchas palabras para saber por qué estaba ahí, con mis manos busco el zipper de su vestido y lo bajo haciéndolo caer, no lleva ropa interior, sabía claramente mis intenciones. La alzo y la siento sobre mi escritorio haciendo caer papeles y demás, me excita mucho verle desnuda sobre mi escritorio llevando solo esos tacones negros… Seguimos besándonos y ella se deshace de mi corbata y mi camisa, beso su cuello y sé que le encanta, sus oscuros pezones estar firmes y comienzo a chuparlos haciéndola gemir, bajo un poco más y me encuentro con su húmedo coño suplicando que me lo coma, mi lengua se abre espacio entre sus labios y comienza a saborear ese exquisito clítoris palpitante, ella me aprisiona entre sus piernas  pidiéndome más y yo le complazco hasta hacerla correr inundando el escritorio con sus fluidos y la oficina con sus gemidos, degusto sus jugos y me repongo aun con una erección que parece estallar. La beso y le pido que se apoye tras mi escritorio, me coloco tras ella y pego sus pechos sobre la fría madera, dejando su culo levantado, saco mi verga y comienzo a follarle el coño desde atrás, esta tan estrecha que me encanta, comienzo a bombearle con prisa aprovechando lo lubricada que esta por el orgasmo de hace algunos minutos, ella gime ahora con mayor intensidad y yo meto dos de mis dedos a su boca para callarle, comienza a chuparlos y entre eso y mis frenéticas embestidas me voy derramando mi leche en su coño y ella al sentirla también se viene, caigo sobre su espalda para recuperarme… Cuando intento salir de ella nuevamente mi polla se endurece, me siento en el sofá y ella se mete entre mis piernas y comienza a chuparla como una verdadera ninfómana, gruñidos y gemidos se escapan de mi garganta, la tomo por los cabellos aumentando el ritmo y me vengo en su boca, ella lo disfruta y como una niña buena se toma toda su lechita. –Quiero más. Es lo que dice cuando toma mi pene flácido y lo coloca entre sus tetas, haciendo una cubana que enseguida lo despierta. –Ahora por la cola. Dice subiéndose al sofá colocándose en cuatro. Lamo su culo para lubricarlo y comienzo a meter mi polla pero muy despacio hasta que entra completa, primero le doy una suave embestida. –Assh cabrón. Es lo que dice  y le doy un par más rápido haciéndola gritar. –No me gusta que me llames cabrón. Le digo dándole un azote en el culo y comenzando a bombearla sin parar, ahora no deja de gemir, con una mano me aferro a su culo y con la otra halo un pezón, ella se viene y yo sigo bombeándola hasta que nuevamente nos venimos juntos, cae en el sofá cansada mientras yo me voy a asear al baño, cuando salgo ella entra se asea, toma sus cosas, se viste y se va. No me dijo nada, creo que sabía lo molesto que estaba por haberme llamado cabrón.


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