Viaje a las montañas 3

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La puerta estaba cerrada, me extrañó ya que mi tía tenía algo parecido a  aerofobia. Toqué  y a al rato me salió una chica.

-Qué desea señora?

- Pregunto por mi tía Alicia.

- No lo sabe?, ha muerto hace unos días.

- Sabe donde vive  mi primo Manuel?.

- Me podría decir su nombre?.

- Creo que usted debería contestarme, ya que he preguntado antes.

- Pase, usted debe de ser Carmen, su tía dijo que vendría. Tengo algo para usted.

- Joder, mi tía hasta después de muerta jodiendo. Donde vive Manuel?.

- Manuel vive aquí, pero su tía me dejó dicho que hasta no leyera su carta, no la pasara  a su habitación.

- Déme la puñetera carta, y dígale a Manuel que su madre manda sobre él hasta después de muerta...calzonazos.

Subí las escaleras como un rayo, abrí la puerta  y ahí estaba, las lágrimas corrían por mi rostro, un grito sordo salía de ellas por el dolor, la rabia, la desesperación y la injusticia.

Su cuerpo estaba inerte, en estado vegetativo. Me acerqué, le miré, su rostro no expresaba nada, era como si se hubiera congelado.

Miré hacia la puerta y la chica estaba allí.

- Puede dejarnos solos, por favor.

Cogí sus manos y las apreté, quería que sintiera mi presencia, pegué mis labios a los suyos, para que sintiera mi aliento, metí mi lengua en su boca y busqué la suya  para  que se entrelazaran, mezclé mis jugos salivares con los suyos para inundarlo.

Quite la sábana, estaba desnudo. No pude resistirme, cogí su pene flácido y metiéndolo en mi boca lo chupé, lo deseaba, lo necesitaba. Volví a sacarlo, vi su glande y lo chupé como un helado. En esto tuve  la sensación  que cobraba vida, se ponía dura. Me puse saliva en la mano, agarré el pene y sube, baja, sube, baja.

Mi boca no se saciaba, quería  comérmela, así que la chupaba con ansias .

Percibí la humedad de mis bragas, me las quité, subí a la cama en la postura 69,  pegué  mi chichi a su cara, quería que me oliera. Volví a coger  su pene y me lo trague hasta el fondo, apretando con mi lengua, la saqué  y la volví a meter así  estuve  hasta que noté que se corría.

Me puse de pié y vi lágrimas en su ojos.

- Manuel, Manuel.- chillé.

Manuel  no respondió. Eso sí, su pene seguía tieso, me subí otra vez encima de él y lo introduje en mi vagina. Empecé a mover  mis caderas en formas de ocho, primero lento, luego fui acelerando. La saqué  y estimulo mi clítoris  con su punta tiesa. Volví a sentarme sobre ella, adentrándose fuerte y vital por mi vagina, volví a sacar y a introducir fuertemente. Empecé  a moverme,  esta vez de alante hacia atrás, siempre buscando la máxima penetración, casi me entraban hasta los testículos,en cada embestida, mi ojete anal se lleva su parte,- si, si, si,ahhhsss ahhhsss, si si si ahhhsss ahhsss gumsss aahhss, Manuel me corro, me corroooooooooo.

Salí de la habitación y le dije a la chica que me preparara la habitación del tío Pablo, pensaba quedarme y cuidar de Manuel.

Mi tía en su carta, nos pedía perdón, había pagado sus culpas, pero yo no lo tenía tan claro, Manuel  estaba en aquel estado por su culpa. Nos había  dicho que éramos hermanos y era mentira, se inventó  el escarceo con mi padre, por celos y posesión.

Una mañana con ayuda de la cuidadora pasé a Manuel a la camilla, me despedí de ella y cerré la puerta.

Me desnudé, desvestí a mi primo, lo puse boca abajo, saqué de mi bolso un gel de masajes durex.

Me subí encima de la camilla, sentándome encima  de su culo, llenándole la espalda de gel empecé a masajear, con la misma que mis manos daban  un círculo, mi chichi se presionaba contra su culo y daba un giro, así recorrí toda su espalda  y mi chochito se iba calentando. Me di la vuelta y empecé a poner gel, desde los pies a su ano, y en él echaba un chorro, así una y otra vez, mientras mi chichi se restregaba en su espalda llena de gel, frío, calor, me estaba poniendo  a 100. De su ano salía aceite  estaba súper lubricado, le metí un dedo, gire hacia la derecha, metí dos dedos,  bombee, profundicé haciendo giros rápidos...ya no podía más estaba súper excitada, le di la vuelta  y su pene estaba erecto, me lo metí en la boca y me lo trague, estuve dándole una buena mamada un rato. Me coloqué encima de su pene y sin pensarlo plazzz, pa'dentro, casi me rompo el chichi...

De repente siento unas manos que cogen fuertemente y me suspende en el aire y me vuelve a empujar hacia abajo, esta vez entrando hasta los huevos  dentro.

- Prima que te has propuesto matarme.

Mi primo había despertado, y de la mejor manera.

- Carmen  cabalga sobre mi.

Cuando oí sus palabras empecé a moverme  metiendo y sacando su pene de mi vagina, dando giros rápidos, y de vez en cuando presionando con mis paredes vaginales, cogí su dedo y me lo metí  en la boca y lo chupé. Sentí que Manuel me metia un dedo en mi culo y empezaba a embestirme, una y otra vez, saque su pene de mi vagina y lo fui metiendo poco a poco en mi ano, mientras él me tocaba el clítoris, yuossss que pedazo de polvo estábamos echando y los que nos quedaba por echar.

Mi primo había despertado.


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