Mi compañera de Piso

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
27834 visitas

Marcar como relato favorito

Lily es mi compañera de piso. Es una alumna de intercambio que está este año estudiando en la universidad de mi ciudad. Es una chica preciosa, con un cuerpo escultural.

Aquel día Lily había quedado con un chico en casa. Un compañero de carrera que la venía siguiendo desde hace tiempo. Lily llevó al chico a su habitación. 
Ambos se metieron en la habitación y Lily dejó la puerta entreabierta con toda la intencion. nuestros ojos se curzaron y pude ver con claridad una sonrisa llena de picardía y el fuego en sus ojos, mientras se sentabe en la cama para que yo la pudiera ver. Su amigo quedaba fuera de mi vista.

Comenzaron a hablar entre risas. Me dedicaba miradas furtivas con la intención de seducirme. Cosa que no necesitaba hacer. Él le había traido un regalo, que transformó su risa en una sensual sonrisa. Se trataba de un pequeño vibrador que ella recibió de buen grado. Con un gesto de aprobación se levantó y con una delicado y sexy movimiento introdujo las manosbajo su falda y se quitó el tanga. Se sentó ante el y empezó a abrir las piernas poco a poco. Estaba excitado y deseoso de haber podido aquel compañero que ahora tenía la vista puesta en el sexo que yoantes había intuido. Mi excitación aumentó cuando me dirigió la  mirada y me guiñó un ojo mientras enjugaba sus labios con la lengua. Se tumbo boca arriba y su cadera desapareció de mi vista, lo que maldije en silencio. Al alcance de mis ojos quedó su torso y la curva de sus pechos tapados por la ligera camiseta de maya y el sujetador de encaje.

El agudo chirrido del vibrador pronto empezó a resonar en mis oídos. Por los gestos de su cara supe exactamente el momento en que aquel aparato la rozó. Arqueaba su cuello y abría su boca jadeante, lo que me excitaba aún más. Dirigió su lasciva mirada hacia mí. Con sus brazos levantados, jadeaba del placer que recibía de su amigo clavándome su mirada en mis ojos penetrando hasta en interior de mi cerebro y excitándome hasta un límite que desconocía.

Me levanté y seguí observándola desde posición pero ahora de frente a ella acariciándome el bulto de mi pantalón para que ella lo viera aquella visión pareció excitarla tanto que decidió regalarme más. Arqueó su cuerpo y soltó su sujetador, lanzandolo a mis pies. Lejos  de la vista de su amigo. Sus duros pezones ahora eran visibles para mi en la cumbre del perfil de sus pechos. Excitado, solté uno a uno los botones  de mi pantalón ofreciendo una visión de mi erección a través de mis calzoncillos. Ella pareció agradecerlo y mientras me terminaba de quitar los pantalones una extraña mano apareció masajeando el pecho que había quedado libre. La mirada de Lily me abandonó y miró hacia su compañero devolviéndome a la realidad del momento. Sin embargo, mi huérfano sentimiento no duró mucho y Lily pronto volvió a mirarme, esta vez traía su regalito en
la mano. Comenzó a lamerlo ante mí mientras yo me acariciaba el bulto que ahora se notaba de mi calzoncillo. La otra mano extraña no tardó en masajear el otro pecho, mientras los gestos
obscenos de Lily me hacían ver que su sexo seguía siendo excitado mientras me miraba.Me quite mi ropa interior, despacio, dejando a Lily saboreara lentamente aquel momento.  De repente, los pechos de Lily comenzaron a moverse arriba y abajo, al igual que el resto de su cuerpo, que era movido a merced del suave ir y venir se su amigo sobre su sexo.

Yo quise jugar con ella, y quise mover mi sexo al mismo tiempo que lo hacía el cuerpo de Lily, imaginando que era yo el que estaba en aquella habitación dándole placer. Lily gemía y jadeaba con mi sexo en sus pupilas y con su amigo ofreciéndole placer dentro de ella. En un momento ella no pudo evitarlo y me llamó. Extendió su brazo y flexionó su muñeca invitándome a entrar. No pude evitarlo. La excitación del momento hizo que me personase en aquella habitación como si sufriese un encantamiento, un encantamiento producido por Lily.

A su compañero no pareció importarle que yo entrara. Se encontraba inmerso en el placer del sexo con Lily. El estaba de lado sobre la cama con su sexo fundido en el interior de ella. Mientras tanto ella descansaba sus piernas abiertas sobre su cuerpo. Cuando entre, acerque mi sexo a su cara. Mientras tanto ella me miraba fijamente a los ojos mientras con su juguetito ayudaba a su compañero a estimular su sexo desde la parte más profunda de su monte de venus. Ella no movió un músculo de su cara mientras sentía mi parte más oculta sobre su ella. Comencé a acariciarla sin utilizar mis manos. rocé sus labios y ella se puso a gemir. Noté el calor de su aliento en la parte más sensible de mi cuerpo. Remonté los ardientes pechos de Lily y ella comenzó a jadear de placer de nuevo cuando mi miembro viril acarició su pezón, pero esta vez con una mayor pasión. Un escalofrío la recorrió y sus piernas se cerraron movidas por la fuerza invisible de su excitación. Lily se levantó hizo que me sentase en la cama, tras lo cual se arrodilló y arqueó su cuerpo sobre la cama. Abrió las piernas y dejó via libre a su amigo para que la excitara por detrás. Mientras tanto ella seguía estimulandose el monte de venus con una sola mano mientras aguantaba su cuerpo sobre la otra mano.

Apoyé mi sexo sobre la cara de Lily, y ella empezó a acariciarlo con su lengua. Despacio. Haciéndome saborear aquel momento de locura. Sin dejar de clavar aquella potente y excitante
mirada en mis ojos. Excitando hasta el ultimo de mis poros. No tardó en abrazarlo con sus labios, deslizando su saliva sobre el. Notaba como su caliente, profunda y húmeda boca se deslizaba sobre mi sexo arriba y abajo hasta que sus labios acariciaban mi pubis. Mi excitación se transmitió en forma de gemidos que contagiaron al amigo de mi compañera de piso que aumentó la cadencia de sus movimientos y provocando una mayor excitación que se tradujo en unos potentes gemidos que salían de lo mas profundo que la garganta de Lily. Las vibraciones producidas por su boca hicieron que mi excitación aumentara haciendo que mis gemidos se convirtiesen en  gritos de placer. Aquello hizo que Lily aumentase su placer y comenzase a moverse más rápido. Un escalofrío de placer le recorrió la columna hasta su sexo, provocado por un brutal orgasmo que le hizo temblar. Su amigo que no pudo evitar verter su semilla en el interior de Lily gritando de
placer. Los gritos de placer de Lily provocados por su orgasmo, con mi sexo enterrado en lo más profundo de su garganta hicieron que yo no pudiera aguantar más y derramé el producto de mi miembro viril dentro de la boca de ella.

Los tres caímos derrotados sobre la cama. Exhaustos y vacíos, aunque llenos de placer.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed