Fanny en casa.

Fanny fue siempre mi mejor amiga durante la preparatoria, pero yo extrañamente siempre sentí algo más por ella, aún que yo salía con otros chicos. Salimos de la preparatoria y nunca logré besarla. 

Un día que me disponía a seguir con mis deberes de la Universidad me di cuenta que en mi correo había un mensaje de ella, diciendo que le gustaría verme otra vez para recordar esos viejos tiempos, le mandé mi número y solo pasaron cinco minutos, cuando de repente sonó mi teléfono y era ella con esa voz siempre tan delicada sensual. Fanny inmediatamente me dijo que pasaría a mi casa.

Me arreglé como si fuera una cita, cuando llegó note lo guapa y atractiva que se veía con esos pechos voluptuosos tanto que parecía que el sostén reventaría. Hablamos y hablamos de repente se hizo más noche unas copas de más me hicieron confesarle que realmente me gustaba. Desde ese momento no se que paso que ella me besó.

No pude más, le desabroche el botón, Y de un jalón rompí el sostén que sujetaba esos carnosos pechos le mordía los pezones con tal fervor que por un momento pensé ella se venía. Le desabroche el pantalón lo aventé y cuando por fin llege a tocar su coñito mojado, con los dedos tocaba su clitoris en círculos ella convulsionaba de la excitación pidiéndome que me desvistiera y que juntáramos su hermoso y caliente coño con el mio, yo estaba tan mojada que no lo podía creer, nos frotamos una y otra vez asta que las dos rompimos en un orgasmo que parecía no te tener fin. Fanny para ser la primera vez con una mujer no lo hizo nada mal pues me metía sus largos dedos como una profesional y esa lengua loca me lamia mi botón como si fuera una paleta cuando me lo succionaban sentía que me perdía en ella en un momento de felicidad que no tenía fin.

El recordar esa anécdota me hace que lo quiera volver a repetir