¿Lo que no te mata te hará más fuerte?

Recuerdo ha Salva, iva al mismo instituto. Sufría burlas, sus amigos parecian lo contrario, los profesores le trataban con desdén, los padres jamás se preocuparon por él. Sabía de sobra que no era feliz, en eso se parecia ha mí. Un día de clase antes de acabar clases, le metí en su mochila sin que se diera cuenta, un libro de un superviviente de Auschwitz. Muchos años después fuí a visitar el malogrado lugar, jamás imaginaría que Salva sería el guía que nos lo explicaría, lo hacía con tanta pasión, como si hubiera sido uno de los supervivientes.