Cuando me recuerdes

Cuando me recuerdes, ódiame. Haznos el gran favor de hacer ver que no me conoces y ni que teníamos planes de futuro. Ni pienses en si es lo mejor. Gira la cara. El día en que me recuerdes déjalo pasar. No preguntes ¿Qué estará haciendo? Con la puntería de un pistolero estarán los recuerdos disparándote a discreción.

Y aunque luchemos para que no suceda, pasan las vidas, las ganas y los corazones. Y el dolor es la forma más primaria que la vida encuentra para hacernos saber que estamos vivos. Por eso, cuando me recuerdes, no tienes que darle importancia, no tienes, ni debes, por favor. Todo te llegará dispuesto a hacer daño.

Porque cuando me recuerdes, los versos tristes que escriba después de ti, llevarán meses o incluso años hablando de nosotros. Atentos a cualquier descuido tuyo para reencontrarte. O tal vez serán los abrazos que yo te ofrecía en bandeja, quizá el olor a café cuando te despertabas,que echará mi pena como arena a tus ojos. O también mis gestos en el momento adecuado. La forma sencilla que teníamos de amarnos. Ciertos lugares, los centímetros de mi cuerpo o el triángulo que formaban tus cejas cuando te hacía mis bromas de mal gusto.

En algún momento esto molestará tu vida, pero tú sé fuerte, disimula, déjalo ir. Nunca se te ocurra un "qué hubiera pasado si". No dejes a esa dulzura tuya cambiar por nadie y mucho menos por mí

A pesar de todo, actualmente, voy tirando. Soy feliz al saber que atienden a tus labios, los mismos que me hicieron dependiente del beso que no debí robarte.