Una desilución breve. Primera parte

Al parecer no me equivoque, te dije que tú me gustabas más, que yo iba a dar más y ya ves como el pasar de los días me dieron la razón. Pensé que de verdad eras el indicado, que contigo iba hacer feliz, pero bueno a veces pienso más de la cuenta y solo me dedico a soñar y entregar todo el cariño en el momento, creer en la otra persona, confiar y sentir cada palabra y caricia que provenga, vivir el momento como si fuera el ultimo. Quizás fue porque hace mucho tiempo que no me daba la oportunidad de sentir, de abrir mi corazón a ese cariño único. Si, fue eso, tal vez eso quiero creer, no pensar en algo malo y tan solo olvidar.

Debo confesar que al principio no me fije en ti, mire a otra persona que estaba más cerca a diario y que tan solo era una atracción física, que cuando vi que no resulto con él y lo vi con otra niña empecé a mirar a mi alrededor, y adivina?... estabas tú y me acerque a ti con la intención de que él me viera, los dos estábamos pasados de copas, muchas copas y la verdad de como exactamente pasaron las cosas no lo recuerdo solo sé que después de unos minutos nuestros labios estaban juntos y podía sentir tu respiración junto a la mía. Recuerdo que después de ese momento me miraste a los ojos y me dijiste que eso querías que pasara, hicimos una apuesta, muy ridícula debo decir, pero lo único bueno de esta es que el resultado que fuera era disfrutarla juntos. Nunca tuvimos una despedida, cuando te llamaron tus amigos di por hecho que te irías y solo me fui sin decirte adiós. Me subí al bus que me llevaría de vuelta pensando que ibas a estar cuando bajara, no estabas. Luego de una travesía vuelta a casa decidí buscar tu nombre en Facebook y al principio no recordaba muy bien hasta que pude recordarlo y te encontré, me hice notar y me agregaste, te acepte de inmediato, en ese momento di vueltas como niña pequeña y me tapaba la cara con un peluche, cuando empezamos hablar me di cuenta que mis ganas de conocerte aumentaban cada vez más, te pedí tu número de teléfono y empezamos hablar por WhatsApp y bueno ahí partió el “empezar a conocernos”, preguntas y respuestas, donde no solo era el deseo de tenernos, si no el saber uno del otro, así es como partimos hasta que por fin nos vimos en un momento donde me ayudaste en una tarea, que la verdad tú estabas más confuso que yo, pero lo bueno fue verte y reírme, acordarme de tu cara, de cómo eres sin el famoso alcohol. No pasó nada ese día solo conversamos de la vida, donde el almuerzo se hizo receso y nuevamente no nos despedimos, solo fue un yo me quedo aquí y cada uno camino hacia donde iba.

Seguimos hablando, queriéndonos ver sin poder hacerlo, buscando una excusa para vernos, hasta que llego, un 30 de un bonito mes te escapaste de clases y me fuiste a dejar al paradero de la micro, donde mis compañeros se reían y tomaban fotos por lo nerviosa que estaba al hablar contigo… al tenerte cerca de mí. Nos sentamos en una banca del parque y conversamos hasta que miramos la hora y ya habías salido de clases. Oscureciendo nos levantamos y fuimos por fin al paradero, donde el frio fue más fuerte y tuve que abrazarte, después de un largo abrazo y juegos de niños nos besamos, un beso cálido, lento y apasionado, donde el frio paso a segundo plano. Ahí me di cuenta que ese beso, quería que perdurara, arriesgando lo que fuera, empezaron las palabras, las ilusiones, desde un principio.

Yo no soy de relaciones, solo soy de estar con alguien máximo una semana y no involucrar tantos sentimientos ni demostraciones en público.

Ese día tan lindo se me olvido hasta que fumaba donde pase casi 4 horas solo dedicada a otra que recién estaba conociendo. Cuando era tarde y ya habían pasado más de 20 micros lo más probable sin que las tomara por fin dije “a la próxima me voy” y nuevamente un adiós no fue lo que dijimos. “Un beso y un nos vemos?” fueron los de ese momento.

Pensando en la micro no creía lo que pasara, era algo que pensaba al pasar los días, lo comentaba con mis amigas y compañeras pero nunca pensé que iba a suceder y menos que me iba a gustar ese momento, queriendo que se volviera a repetir. Llegue a casa pensando que solo quedaría en una vez y nada más. Me sorprendí, vi un mensaje cuando llegue y me di cuenta que era uno tuyo, que decía “bonita”, desde ese momento todo era diferente, pero algo lindo, nuevo quizás. Y me dije que iba hacer las cosas bien, que ya no quería más hombres por 1 semana y que a él, a ti te quería para más, para de verdad demostrarte todo y hacerte feliz.

Luego de ese día nos empezamos a juntar en la universidad pequeños ratos, ya que no teníamos horarios que coincidieran y la mayoría de las veces perdías las clases por estar conmigo, cada vez que nos veíamos me decías que mis besos se te estaban haciendo costumbre, que parara de gustarte y la verdad es que no quería y te lo decía, creo que día a día las ilusiones eran mayores y me empezabas a gustar, tanto así que en público te daba la mano y te besaba, sin importar quién nos viera y dijeran, compartí como nunca lo había hecho con amigos de la otra persona. Deje atrás a los demás, dejándoles en claro que estaba feliz con alguien que estaba conociendo y que iba a dar todo para que funcionara y se mantuviera, no se por qué pero tenia la esperanza de que fueras diferente, de que de verdad las palabras y los momentos que estábamos pasando eran reales y no eran del momento, lo de nosotros no era solo sexo de hecho nunca paso, fuimos lento y siempre disfrutándonos. Pero hasta que un día me dijiste que había pasado algo que no era bueno pero no debía preocuparme, me contaste que tu ex nos había visto… dándote vueltas en algo tan simple te escuche y decidimos continuar por que ambos sentíamos lo mismo ( tal ves eso creí), me dejaste en claro que ya no sentías nada por ella, varias veces te lo pregunte y me dijiste que solo te gustaba yo y que querías estar conmigo, eso aumentaba mis ilusiones y mi sentimiento hacia ti y comencé a sentir cosas mucho más fuertes por ti.

Lee el final en la segunda parte...