Conversando con un extraño

Fue algo tan breve, tan fugaz no sabía si era posible o si era la necesidad tan intensa de ser curiosa el morbo por aquel desconocido se había apoderado de mi; la mezcla entre el miedo y la emoción que me provocaba haberme compenetrado con alguien de manera tan rápida, sabia que era un  juego tan peligroso como exitante la posibilidad de ser descubierta in fraganti disfrutando aquellas conversaciones largas y vertiginosas en donde por primera vez yo no tenia el control sumida antes las palabras justas de aquel hombre que a pesar de ser mucho mayor que yo me hacia sentir igual a el o yo lo sentía igual a mi.

Casi podía imaginar sus ojos fijos sobre los mios mientras hablábamos y me endulzaba tan rápido como un buen libro, uno de ficción y misterio todo al mismo tiempo, yo no sabía quien era el, no sbaia de su pasado ni de su vida, pero el parecía  saber mucho más de mi era como si pudiese saber lo que pensaba y justo cuando lo estaba haciendo podía tener las palabras justas en el momento preciso dejándome desnuda la mente, sin preocupaciones con su mirada socavando mis psiquis, recreando la posibilidad de encontrar a ese desconocido en el lugar menos pensando, una planificación rápida y sin culpas… Como si los pecados no fuesen castigados, como si las mentiras nunca fuesen descubiertas.

No se cuando volverá a pasar o si lo permita dudo poder encontrar alguien que genere esa química inesperada en ansiedad por la ausencia de las respuestas rápidas, la desesperación por no dejar espacios vacios y verlo ahí quien sabe si es esperando por mi o si realmente yo esperaba por el, el deseos   poder sonreír como si alguien te estuviese observando y apreciara tu risa, dudo poderlo encontrar  nuevamente en este mar tan inmenso de gente aunque se que no hay nada más alla fue una sensación realmente placentera.