Depresión post-romance

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1168 visitas

Marcar como relato favorito

Me encontró en el lobby del hotel, la fiesta estaba en su punto máximo y dejaba escapar por las puertas del salón pequeños pedacitos de música. 

-¿Qué haces aquí tan solita?- Me preguntó. En ese momento muchas respuestas se me vinieron a la mente pero ninguna era lo suficientemente sutil como para hacerle saber que el era el culpable de todo, así que opté por lo sencillo y simplemente traté de evatir la pregunta.

-"Nada, sólo quería tomar un poco de aire."

-"Te conozco, esa cara no es porque no te pasa nada..."

Lo único que podía pensar en ese momento, era: "si me conoces tan bien ¿Por qué no te das cuenta? ¿Por qué no ves que la razón de las bolsas debajo de mis ojos son a causa de las noches que he pasado llorando por ti?. Si me conoces tan bien, ¿Por qué no te das cuenta de que todo el tiempo que me la he pasado reinventándome era sólo para que mostraras un poquito de interés?

En verdad no puedo pensar porque no te das cuenta de que hay una persona en este mundo que todos los días se preocupa por ti, que hace hasta lo imposible por tenerte a su lado y que no pasa ni un minuto de su tiempo en el que no le pases por su mente. No sé que es lo que me hacía falta y la verdad es que yo ya me había desgastado tratando de encontrar alguna cosa en mi que debía de ser modificada para gustarte. Estaba exhausta, no sabía que más hacer y toqué fondo. 

¿Ves estos reflejos en mi cabello? Me los hice por ti, porque me enteré de que te gustaban las niñas que no le tuvieran miedo al cambio. ¿Te das cuenta de este vaso en mi mano? Le puse alcohol porque me contaron que te gustaba que supieran divertirse. 

Me fallé mil veces a mi para no fallarte a ti. Pero ya me cansé, ya me cansé de tratar de cambiar por alguien que no siente ni el mas mínimo interés hacia mí. Dicen que cuando a una persona en verdad le gustas acepta todo de ti ¿no?, bueno, tu no me has de querer ni poquito y tuve que pasar por momentos muy difíciles para darme cuenta de eso, pero lo importante es que al final lo hice."

 

No junté el suficiente valor como para decirle en verdad lo que pensaba así que sólo lo miré, suspiré con la esperanza de ganar un poco de valentía y le dije: 

-"Estoy bien, lo juro, sólo un poco cansada."-

Me dedicó una sonrisa cálida y hermosa, aquella sonrisa con la que había soñado tantas veces y se alejó, topó con las puertas que daban paso hacia el lugar en donde se encontraban cientos de muchachas que al parecer yo nunca podría ser.... perfecta para él. 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed