Me rindo

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Enviado el , clasificado en Terror / miedo
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¿Dónde estoy? ¿Por qué me duele todo? ¿De quién es la voz que atraviesa la puerta? Yo mismo me iba a responder con tan sólo recordar.

Todo empezó ese 31 de octubre. La ciudad se fue haciendo más chica. Alcohol y gritos era lo único que captaban mis sentidos. Mis amigos se convirtieron en desconocidos, y la luz en oscuridad. Decidí volver a casa, y al no saber cómo, empecé a caminar en una dirección cualquiera. No encontraba la Luna, las estrellas parecían agujeros negros, pero de pronto llegué a una carretera. Vi una casa, un rayo me aclaró la vista. No pasaban coches, así que fui para pedir ayuda. Típica cabaña grande, aunque con las ventanas cubiertas de madera. La puerta estaba entornada, lo que me incitó a entrar. Abrí del todo la puerta, y escuché gritos provenientes del interior. Mi reacción fue salir corriendo, y a la vez mi suerte. Una furgoneta pasaba por mi lado, y rápidamente llamé su atención y paró. Al subirme, me quedé dormido, tanta acción había acabado conmigo.

Me desperté tumbado en un sofá, con un hombre enfrente cuya cara no recuerdo. Espera, no era un sofá, era una cama de hospital, aquel hombre me tenía atado. Las paredes me sonaban, pero no sabía la razón. Volví a escuchar gritos, era una mujer, sí, estaba en la cabaña. Alcanzó la habitación otro hombre, llevaba algo en la mano, y con eso me golpeó. Fui hábil y cogí sutilmente un cuchillo que había a mi lado. Corté las cuerdas mientras los señores hablaban. Salieron de la habitación y aproveché para terminar de desatarme. Salí y volví a correr, pero mis piernas ya no funcionaban, y me tiré al suelo junto a la lluvia. El amanecer me abrió los ojos, y para mí sorpresa tenía a una mujer muerta junto a mí. Sin la posibilidad de levantarme, vino la policía y me detuvieron por presunto asesinato.

Y aquí estoy. Espera, han abierto la puerta, vienen a sacarme. Junto al policía hay un hombre, el que ha conseguido que yo salga. Me lleva con él. Al subirme a su coche, lo miro a la cara, es el de anoche, pero ya no tengo escapatoria, si la muerte es mi destino, lo asumo.

 


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