fénix

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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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Si su cara no fuera tan angelical, si su falda no fuera tan corta, si sus pechos no fueran perfectamente redondos y si su cara no fuera una explosión de pintura, tal vez su boca no estaría expidiendo sangre a borbotones. La mano de aquel hombre era irreversible, jamás era contrariada y su puntería era infalible. Los golpes ya habían deformado la cara de la bella dama. El hombre arremetía con rudeza y la escupía luego de cada garrotazo en su rostro que ya parecía infernal. Dando vueltas por la habitación el hombre se preguntaba que faltaba, que estaba entorpeciendo el ritual. Un fénix bicéfalo se extendía a lo largo del piso de la habitación del hotel. Hecho de tiza, de blancura pura. La figura de sus antepasados. Sobresaltado el hombre agarró un extraño libro con jeroglíficos incomprensibles. Abrió una página como si la conociera de memoria, señaló con su dedo el último párrafo y leyó en voz baja. Aliviado, cerró el libro y le dirigió una mirada fugaz a la chica que consolaba a sus piernas maltratadas y cubiertas de color rojizo. Ya estaban estropeadas, jamás volvería a caminar. Haciendo caso omiso a la nostálgica escena de la chica, el hombre ahora conocía el acto a proseguir para que el ritual hiciera el efecto que él quería. Trascender. El muy imbécil creía que brotarían alas de su espalda. Luego, tomó un destornillador que estaba a fuego lento desde hacía unos minutos y con la calma de quien recoge el periódico en la puerta de su casa, se para justo en frente de la mujer que ya maullaba como un gato y se lo hundió por sus globos oculares. Un estruendo sacudió al hotel.

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