Juego para tres (2)

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Mi esposa se quedo tres días después de su fin de curso en  casa mientras yo iba a trabajar, se quedo a limpiar bien y a preparar sus cosas, luego el fin de semana siguiente fui por el carro y nos fuimos a nuestra casa en puebla, pase con ella el fin de semana y la tuve que dejarla en casa el domingo porque yo trabajaba el lunes.

Llegue en la noche a la ciudad de México y los únicos puestos que habían eran los de los tacos y fui a cenar, al pagar, Jenny fue a cenar con su novio. Solo me pudo decir un “holis”

El lunes fui a trabajar normalmente, y en la tarde viaje solo en el bus, pero baje y entre con calma a comprar una fruta, Claudia estaba ahí y espere que se fuera uno de sus clientas. Sin rodeos y sin más le pregunte por lo que me interesaba.

-Que paso Claudia. ¿Como va eso?

-Hasta que te apareces mi amor. Ayer te estuve esperando y llegaste muy tarde

-Si ya llegue a las diez, pero ¿qué paso? ¿Qué noticias hay?

-Las mejores… mañana se nos hace, yo le dije a Jenny que tengo un cuarto a unas cuadras de aquí, ya lo arregle bonito y se ve muy rico. Y que depende como salgan las cosas mañana vemos si lo hacemos más veces. Así que lúcete mañana porque quiero probar el sexo rico de esa niña más veces. Ya después yo podre convencerla de que valla solo conmigo.

-Ok Clau. Entonces mañana. Y ¿qué hay que llevar? y ¿cómo le vamos a hacer?

-Mira, yo voy a estar ahí esperándolos desde las siete, así como lleguen los meto uno por uno. Ya no te digo más, ponte guapo para mañana.

Martes en la tarde, y el reloj indicaba las 7:12, mis nervios estaban haciendo vibrar mi cuerpo y llegue a la dirección indicada, toque el timbre y la puerta se abrió rapidísimo. Sin saludar entre porque la mano de Claudia me jalo.

Entro y es un bello espacio, una sala pequeña junto a una mesa de comedor y una puerta que esta entreabierta con una cama perfecta, el ambiente de ahí se siente muy tenso pero la imagen ante mis ojos me llena de calor la sangre.

Claudia tiene un vestido crema, muy ajustado y corto con un escote perfecto, su maquillaje es fuerte y sus labios tuenen un color rojo intenso, sus tacones altos le tornean aun mas sus piernas y su trasero se mira más parado que antes. Esta buenísima. Jenny está sentada en el sillón con una falda de mezclilla azul, el vientre descubierto y solo un top le cubre sus pequeños senos, un maquillaje suave y unos tenis converse.

-Traje un tequila Clau, yo se que te encanta

-Buenísimo, entonces de una vez porque aquí se siente tensión.

Saco unos caballitos y los llene de licor. Nos los tomamos de un solo golpe y el calor nos encendió por dentro, después de otros dos y ligeras platicas pasamos a lo interesante.

Los tres estábamos en el sillón, y Claudia comenzó a besarme en la boca mientras que me masajeaba el miembro por encima de la ropa, Jenny solo observaba y su color se le subió enseguida. Claudia me besaba y me mordía el labio inferior, sus manos entraron bajo mi pantalón pero no sacaron nada, yo acariciaba a Jenny en el cuello y suavemente la acerque a mi boca. La bese leve al principio y gradualmente la besaba más rudo, ambas me besaron el cuello cada quien por su lado y sus manos estaba juntas tocándome por encima de la ropa.

Claudia me desabotono la camisa y Jenny me fue besando y chupando mi pecho, bajo hasta mi ombligo y sus manos me estaban quitando el cinturón. Abrió el cierre y bajo mi bóxer, con ambas manos saco mi pene y lo pajeo. Lo tomo a dos manos y aun le sobraba un poco, su mirada reflejo una sorpresa, tal vez porque nunca había tenido un pene de ese tamaño antes.

Claudia me beso en la boca y luego me desnudo completamente, se incó y junto con Jenny me tomaba de mi sexo, lo jugo por un rato y sin vergüenza se lo metió a la boca con la sorprendida mirada de su compañera, lo chupo riquísimo y lo escupía, nuevamente lo chupaba y se lo metía hasta el fondo de su garganta, Jenny se calentó y comenzó a chuparlo también.

Ambas bocas subían y bajaban llenándome de su exquisita saliva, me miraban a los ojos y me excitaban sus caras sonrojadas. Claudia se paro y me guiño el ojo, tomo de las manos a Jenny y la levanto también.

-ven, vamos a darle un show que no olvidara.

Yo sabía que lo hacía para tocar a Jenny, pero no me importaba en lo absoluto. Comenzaron a balancearse y a tocarse, Claudia le tocaba los costados a Jenny y esta suspiraba con cada roce, tomo las manos de la chica y las llevo a sus piernas, suavemente las fue subiendo y con ellas subía su entallado vestido, la prenda estaba en su busto y ella solo levanto las manos para que saliera, Claudia solo tenía puesta una braga de encaje blanca, sus pechos estaban muy firmes y sus pezones estaban duros como diamantes, acerco la cara de Jenny y ella se dejo llevar y comenzó a chuparlos, la acariciaba de la espalda y comenzó a subir su top, dejando al descubierto unos pechitos infantiles pero con los pezones igual de duros que los de ella.

Le puso las manos en la nuca y comenzó a besarle el cuello mientras sus manos recorrían su espalda desnuda, bajo y metió sus dedos bajo su minifalda. Claudia se incó y besaba el abdomen de Jenny y con sus manos estaba bajando lentamente esa diminuta prenda de mezclilla,  la falda no pudo interponerse más y cayo, en el piso quedo su falda junto con una linda tanga rosa.

Su cuerpo estaba completamente desnudo, y Claudia la miraba como contemplándola, su sexo finamente depilado estaba frente a sus ojos, la tomo del trasero y acerco su sexo a la boca. Lo comenzó a chupar y Jenny la apretaba del cabello cerrando los ojos. Verlas desnudas y dándose placer me calentó mucho y no evite derramar liquido lubricante de mi pene, las manos de Claudia abrían las nalgas de Jenny y dejaban ver su delicado y apretado ano, la chupaba tan rico que de pronto Jenny comenzó a gemir muy alto, Claudia la tiro en el sillón y la lamió con más entusiasmo.

El cuerpo de Jenny boca arriba apretaba con las piernas el rostro de Claudia, que estaba en cuatro estimulando al máximo su clítoris mientras yo me tocaba viendo tan caliente escena.

Los gritos de Jenny hacían obvio el orgasmo que estaba por llegar, Claudia la succiono y comenzó a lamerla con mas furia hasta que su boca y el sillón quedaron empapados de los fluidos que emanaban del sexo de Jenny. 

Cansada y con la respiración agitada, tenía mi verga en frente y sabía que era turno de jugar los tres.


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