LA ESPERA

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CONTINUACIÒN.............

Luego de despedirnos de esa manera volví a casa. Me costaba creer que se había marchado, ya por la noche recibo un mensaje  de texto de él, decía lo siguiente: "Cuídate mucho princesa, guarda tus besos para mí, pórtate bien. Que sueñes con los angelitos"...

Mi sonrisa volvió a aparecer; se hizo mas grande cuando entré a la red social y vi la últimas publicaciones que hizo esa tarde: "Esta vez mis vacaciones han sido maravillosas, ya prácticamente está lista mi maleta para volver a esa fría ciudad, pero hubieron cosas que llenaron mi vida de felicidad en los últimos cinco días y usted es la responsable, usted que llegó a llenar mi corazón y me devolvió la sonrisa....", me conmocionó, me hizo sentir viva, especial.

Los días transcurrieron con normalidad, las clases en la universidad ocupaban mi mente, poco a poco iban pasando, uno a uno se los llevaba el tiempo; sus llamadas llenaban mi afligido corazon, escuchar su voz se hizo cosa de todos los días, a determinada hora de la noche platicabamos por el teléfono celular durante largos minutos, me contaba como iba su día, como se sentía cansado tras una larga jornada, que debía dormir temprano pues le tocaba levantarse en la madrugada; me gustaba oir su voz, sentir que se interesaba por mí, que no pretendía olvidarme.

El día que no llamaba por alguna razón, me angustiaba, me sentía triste, no tenía ánimos de realizar los tediosos trabajos universitarios. Qué me ocurría, nada me distrajo durante ocho meses desde que corté de muy mala forma con mi antiguo amor, nada, ni siquiera el enterarme que pronto me cambió por otra me hizo sentir tan miserable como no escuchar la voz de él, de Ángel.

Me asustaba un poco la idea de querer nuevamente, cuando te lastiman no te quedan ganas de volver a comenzar, por eso cuando alguien, algún amigo o conocido me preguntaba por él no empezaba a hablar de lo lindo y maravilloso que se había vuelto todo desde que apareció en mi vida; sòlo alcanzaba a decir lo siguiente con voz repetida para todo aquel que preguntase: "Bueno, ahí va, las cosas están bien, pero no me aferro a él, no quiero terminar mal, ya pasé por lo peor que le pueden hacer a una mujer, que la dejen sin razón alguna, si él algún día se va, no creo sufrir del mismo modo; por eso dejo que todo continúe y trato de no entregar por completo mi corazón...". Cuando ya mi corazón estaba totalmente en sus manos, así tan pronto, de manera tan fácil, sin hacer mucho ya era suyo.

Seguían pasando los días, el verano estaba llegando a su fin y las primeras brisas invernales hacían tiritar por las noches, era época navideña; las novenas, los agasajos de los niños, las compras a última hora se sentían en el ambiente, y yo sola, sin nadie a quien dar un beso el veinticuatro de diciembre a media noche, viendo cómo parpadeaban las lucecitas en las ventanas de las casas; sus llamadas me entristecieron esos días, pensar que pasaría tan lejos en otra ciudad, con otra gente, sin hacernos compañía, a ambos nos dejaba un pequeño vacío en el alma.

-"Feliz Navidad, princesa, te deseo todo lo mejor en esta noche especial, que disfrutes con tu familia, que pases muy bien, piensa en mì, no olvides que antes de la celebración de año nuevo volveré, ya falta muy poco, espérame...". Su llamada fue a media noche de veinticuatro de diciembre, me arrancó unas cuantas lágrimas, que tuve que secar de inmediato pues estaba rodeada de toda mi familia, mi corazón latía muy rápido  casi no pude responder... -"Yo también te deseo lo mejor del mundo, que pases muy bien aunque estés lejos, te extraño, claro que voy a esperarte..".

Los siguientes días se volvieron eternos, las últimos trabajos de la universidad me dejaban agotada, pero cada cosa que hiciera valía la pena contal de estar totalmente tranquila para su regreso.

Un veintiocho de diciembre cerca de la una de la tarde sonó mi teléfono: -Hola princesa, estoy aqui, al fin llegué. Mi alegría volvió, mi larga espera estaba terminando, al fin había regresado...

-Amor, estás aquí, pero me dijiste que llegabas en la noche, respondí

-Bueno pues se adelantó mi viaje un poco, me dijo, pero lo importante es que ya regresé y muero de ganas por verte, voy a dejar mi maleta a casa y luego te espero en el parque donde nos vimos la última vez.

Colgué de inmediato y me dispuse a verlo, recuerdo que en una conversación antes de que se fuera me comentó que le gustaba mi cabello cuando traía una trenza, que recorría desde la parte superior y terminaba recogiendo todo mi cabello; quice que me viera así, con gusto empecé a hacerla, me maquillé, me puse ropa ceñida al cuerpo y salí a su encuentro.

Esperé  un momento en una banca solitaria, el sol empezaba a caer, haciendo que todo luciera con mas luz, de pronto lo vi venir hacia mí, con una camisa a cuadros celeste y un jean, me volvía loca verlo con aquella ropa, se paró frente a mí y la luz del sol iluminó sus ojos haciéndolos lucir más verdes que nunca; lo miré fijamente y lo besé al instante. Luego nos separamos y ambos sonreímos.

Platicamos un rato para ponernos al tanto sobre nuestras actividades en esos veinticinco días en que no nos vimos e hicimos planes para el fin de año que se aproximaba, parecía que podíamos hacerlo todo, sin embargo estabamos muy lejos de realizar juntos todo lo propuesto y como esta vida no es color de rosa, pronto me daría cuenta que mi príncipe azul, no era del todo encantador....

-CONTINUARÁ........


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