CUANDO TE ENCONTRÉ (4)

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1092 visitas

Marcar como relato favorito

ALEXANDRA 

 Despúes de aquel beso Alexandra se hacía la esquiva con Ethan. Sabía que tarde más o menos tendrían que hablar pero es que realmente no sabía que decirle. ¿Que todavía le quemaban los labios? ¿Que sólo deseaba que volviera a besarla? ¿Que la angustiaba pensar que él se iría al cuartel y que quizás no volvería a verlo?. Esta duda la carcomia por dentro y más cuando una noche cenando, Óscar les comunicó a sus padres y a ella que había tomado la decisión de alistarse voluntario para ir a Siria y que Ethan también. Alexandra y sus padres se quedaron boquiabiertos. El padre fue el primero en reaccionar.

-"¿Estáis locos? ¿Es que tengo que recordaros, precisamente a vosotros que sois militares, la situación que hay en ese país? Óscar no estoy de acuerdo".

-"Papá lo siento pero es mi decisión. No tenéis que estar de acuerdo conmigo, solo aceptarlo", contestó Óscar mirando a su madre que estaba pálida y a la que se le notaba la angustia en el rostro.

-"Hijo por favor, sé que tu carrera es muy importante para tí, pero por el amor de Dios Óscar, debes recapacitar esa decisión, piénsalo bien. ¡Hijo es muy peligroso! , trató de convencerlo su madre.

Alexandra no decía nada, no podía. Ethan no decía nada porque no sabía que decir. Él no dejaba a nadie atrás, por lo menos hasta que la conoció a ella, pero Óscar tenía su familia. De pronto se hizo el silencio en la mesa hasta que Alexandra se levantó y disculpándose, salió a tomar el aire.

"Dios mío ¿que locura es esa de irse a ese país que era un infierno en esos momentos? ¿En qué estaban pensando cuando decidieron alistarse de voluntarios?, pensaba Alexandra sentada en la fría arena con los pies descalzos porque se había quitado las sandalias. No se dio cuenta de que alguien estaba detrás de ella.

-"No deberías estar aquí sola de noche". Era Ethan que había llegado hasta ella sigilosamente. Se sentó a su lado, muy cerca de ella.

-"Tenemos que hablar Alexandra. Y no sólo del tema de Siria, sé que estás muy preocupada por eso".

-"¡Por supuesto que lo estoy! ¿Pero que os pasa por la cabeza? Es vuestra vida la que vais a poner en peligro, ¿es que no os importa nada?, preguntaba Alexandra en un tono que delataba su enfado. 

-"Ahora sí hay algo que me importa, antes no" le contestó Ethan mirándola fijamente con sus ojos profundos. Alexandra no supo que decir, sólo le devolvió la mirada unos segundos y después la apartó para dirigirla al oscuro océano que tenía delante. Después de un silencio largo, Ethan habló:

-"Me he enamorado de ti" dijo contundente, sin vacilación y acariciándole la mano. Después más silencio. Ethan volvió a hablar. "Por favor necesito que digas algo, necesito saber qué sientes por mí".

Alexandra lo miró indefensa, como una niña pequeña, pero aún así se atrevió a decirle en voz baja:

-"Te voy a echar de menos" y eso le partió el alma a él y solo pudo acercarse más y abrazarla fuertemente. Ella tenía la cara en el hueco de su cuello, deleitándose con su olor tan fresco, tan de hombre. Podían sentir la respiración y los latidos del otro. Cuando se deshicieron del abrazo seguían estando muy cerca, a pocos centímetros. Ethan le levantó la barbilla con los dedos y acercó su boca a la de ella. Tenía la cara fría y los labios también. Y se besaron jóvenes y hambrientos el uno del otro, como si no existiera nada más que Ethan y Alexandra, el océano oscuro e inmenso y la luna brillando sobre ellos.

-"Voy a hablar con tu hermano para contarle lo que siento por ti. No me gusta estar mintiéndole. Y con respecto a lo de Siria, por favor te pido que no te preocupes. Es nuestro trabajo y solo serán seis meses. Después volveremos a vernos, te lo prometo. Ahora más que nunca tengo una razón muy importante para volver" le dijo Ethan sonriéndole y acariciando la mejilla de ella con la palma de su mano.

-"¿De verdad te has enamorado de mí? Tú estarás acostumbrado a chicas más mayores y yo solo..." Ethan la interrumpió con un dulce beso. Después intentó tranquilizarla.

-"Y tú qué. Quiero que sepas que me fijé en tí desde el primer momento, no podía quitarte los ojos de encima... y ahora tampoco" contestó él sonriendo. "No te preocupes por mis anteriores costumbres, no son muy interesantes. De hecho las he olvidado todas desde que te vi por primera vez. Además Alexandra, ¡solo te llevo cuatro años!"

Ella se acurrucó contra su pecho. Estaba helada. Ethan se dio cuenta y le dio su jersey para que se lo pusiera.

-"Ahora estarás mucho mejor. Creo que este jersey no volveré a lavarlo nunca más porque ahora huele a ti" Alexandra se rió complacida y ruborizada.

-"¿Cómo crees que se lo tome mi hermano cuando le digas eso?

-"Cuando le diga qué, ¿que estoy enamorado de ti?, ¿que su hermana pequeña, que para mí no es tan pequeña, me tiene loco?. Bueno si confía en mí, que creo que sí, sabrá que es verdad lo que siento y no tendrá miedo de que yo pueda hacerte daño".

Después decidieron volver a casa y por el camino Ethan le dio la mano cariñosamente. Alexandra se sentía extraña porque nunca había paseado de la mano de un chico, solo había tonteado con algunos sin más, pero sobre todo se sentía feliz porque Ethan le había dicho que la quería. 

ETHAN

Cuando se levantó por la mañana, y durante el desayuno con Óscar, Ethan le comentó a este que debían hablar de algo, así que decidieron salir a correr por la playa y hablar del tema.

-"Antes que nada Óscar, eres mi amigo. Yo te respeto y no quiero que pienses que me he aprovechado de ti". 

Óscar dejó de correr y miró a su amigo.

-"Tío ¿de qué hablas? Ya estabas tardando en decírmelo, ¿crees que no me he dado cuenta de cómo la miras, aunque trates de disimularlo? 

Ethan le explicó que no la miraba cómo a las demás mujeres, que realmente se había enamorado de su hermana y que además, ella también sentía lo mismo. Para él había sido un alivio que Óscar lo hubiera entendido, porque de lo contrario, eso hubiera afectado mucho a su relación de amistad y también de trabajo. Óscar solo le pidió que por favor no le hiciera daño, porque su hermana era muy importante para él. Ethan se lo prometió, era lógico que su amigo se preocupara por el bienestar de su hermana.

-"Así que ahora somos cuñados ¿no?", bromeó Óscar dándole una palmada a su amigo en la espalda y reanudando la carrera que habían interrumpido para hablar. 

 Ethan se pasó la mano por el pelo, se secó el sudor de la frente y sonriendo le contestó a su amigo:

-"No sabes el peso que me has quitado de encima. Estaba deseando de contarte lo que sentía por ella".

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed