El verano mas caliente de mi vida. (2ª parte)

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
6077 visitas

Marcar como relato favorito

Llegué a mi casa con la cabeza hecha un lío, no podía imaginarme lo que acababa de ocurrir con aquella mujer, todo sucedió tan rápido que me dejé llevar sin pensar en nada mas, lo había pasado como nunca, me excitó tanto esa situación que no pude aguantar el masturbarme otra vez recordándolo. Me puse a comer, ya que se había hecho tarde y había quedado a las 18:00 con Lucas. Mientras comía no podía quitarme de la cabeza la imagen de esa chica del lago, sabia que estaba relacionada con Clara, pero nada mas.

Se acercaba las 18:00, así que, me duché y arreglé rápidamente para buscar a mi amigo. Estando en la cafetería me contó que hace unos días había conocido a una chica que estaba veraneando en el pueblo, me dijo que estaba un poquillo rellenita, pero que era espectacular, tenía una figura con curvas de lo mas apetitosa y una cara de muñeca preciosa. Le dije que tuviera cuidado que lo veía bastante enamorado, Lucas se rio a carcajadas y me dijo que no, que no caería en esa tontería. Terminamos el café y nos fuimos a dar una vuelta a visitar el pueblo ya que hacia años que no iba a ese lugar.

Llegamos a la plaza principal, me quedé de piedra, sentada en la cafetería se encontraba la chica del lago con una amiga, Lucas se empezó a poner nervioso, le pregunté que le pasaba y me confesó que esa era la chica que estaba conociendo, era la amiga de la diosa que me regaló las mejores vistas el día anterior. Yo también estaba nervioso pero lo disimulaba, vieron a Lucas y le hicieron un gesto para que se acercara, al llegar a la mesa me hicieron las presentaciones, Sara era mas guapa aun de cerca, ya tenia nombre la mujer que llevaba en la cabeza constantemente. Pasamos un rato agradable conversando y riéndonos, pues Lucas es un autentico payaso, en el buen sentido de la palabra. Al irnos, quedamos en vernos esa noche para tomarnos unas copas

Antes de dirigirme a mi casa para cenar y arreglarme, pasé por la tienda para comprar unas cosillas, estaba en la caja para pagar cuando siento una palmadita en mi culo, era Clara con una sonrisa picarona de lo mas sensual, esperé a que pagara ella y le acompañe a su casa, como buen caballero que soy, por el camino me confesó que lo había pasado genial esa tarde conmigo, pero que se quedó un poco con ganas de mas. Le dije que eso tenia fácil solución, que esa noche no podía porque había quedado pero podíamos quedar mañana si le apetecía, me dio su móvil y me dijo que la llamase antes de quedar por si estaba su sobrina en casa, ya sabia que relación había entre Sara y ella, para despedirnos nos fundimos en unos besos de pasión que me puso la entrepierna ardiendo, no pude contenerme y le agarré los pechos con fuerza mientras seguíamos jugando con nuestras lenguas, ella me tocó el paquete presionándolo con fuerza, mi mano bajo, salteando la falda para llegar a su zona caliente y húmeda, la masturbe allí mismo en la entradita de su casa, jadeábamos sin parar, estábamos calientes, se notaba, pero decidimos no hacer nada mas y esperar al día siguiente.

Por el camino no dejaba de pensar en Sara y en lo que pasaría esa noche, mi imaginación volaba sin limites, Clara había ayudado mucho a que tuviera esos pensamientos, había mucho cosquilleo en mi entrepierna.

Llegué a mi casa, me preparé la pizza que había comprado antes, no me gustaba mucho las pizzas carbonara, pero no había mas donde elegir, era una tienda pequeña de pueblo, tampoco tenia mucha variedad. Comiéndomela, le di vueltas a lo que me iba a poner esa noche, quería que Sara se fijara en mi igual que yo lo hacia en ella, ¿camisa?, ¿camiseta?, ¿tal vez un polo?, estaba súper indeciso, por suerte se me vino a la cabeza una noche de fiesta que pasé en donde vivo, (Sevilla), en donde conocí a dos estudiantes de Eras-mus con las que pasé una noche de ensueño .- solo os diré que despertamos los tres en la misma cama completamente desnudos y sudorosos. Me acordaba perfectamente de lo que llevaba esa noche, así que, decidí que me pondría la misma ropa, ya que me trajo suerte con esas chicas extranjeras, pantalón vaquero oscuro y camisa estampada de varios colores, aunque resaltaba el blanco mas que nada, Me duché y me arreglé con sumo cuidado, quería que todo estuviera perfecto, le dediqué bastante tiempo al pelo, ya que soy un poco maniático en ese aspecto, y esa noche mas aún, que tenía que hacer que Sara se volviera loca nada mas verme.

Sonó el móvil, era Lucas, estaba listo y me preguntaba si podía pasar a recogerme ya, .-por supuesto que sí, le dije.- estaba deseando ver la cara de mi diosa al verme.

Llegamos al pub donde habíamos quedado con las chicas, tardamos demasiado poco en vestirnos, ni rastro de ellas aún. Pedimos dos gin-tonic y nos sentamos en la terraza, hacia una noche buenísima, nada mas sentarnos no pasaron ni 5 minutos de charla, cuando oí un .-Pi-Pi.- “tardamos cinco minutos, estamos yendo para allá”, le puso Carmen a mi amigo. Note un calor interno que subía, los nervios se empezaban apoderar de mi, odiaba esa sensación, pero los intentos por arreglarlo eran en vano, pensé que después de los dos besos iría a menos, después de cortar el hielo desaparecería un poco ese malestar de cosquilleos.

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed