Olfateando cadáveres que me hablen.

Por
Enviado el , clasificado en Poesía
812 visitas

Marcar como relato favorito
De Madrid no me quiere. 1983. Por fuera de una Iglesia realmente bonita. Cuánto frío, Dios mío. Cuánta hambre a cuestas. Tengo sed.
No me empuje, por favor,
que me duele todo.
¿Es que no ve cómo estoy?

Las calles se revelan
y un viento asesino me persigue, me acorrala.
¡Pero si ya me rendí hace tiempo
y deambulo mirando el suelo,
olfateando cadáveres que me hablen!

Que no me empuje más, se lo suplico.
Déjeme donde estoy. Aquí no molesto,
y no me robe los papeles.
Llévese todo lo que tengo;
la ropa, este par de zapatos,
pero no me tire del pelo.

Tengo que buscar una ciudad con un río de verdad.

A Toledo no puedo regresar.
Y me da mucho miedo salir de Madrid.
Aunque me odie, me odia Madrid,
prefiero el odio a lo desconocido.

Mi hermana ruega que regrese a casa.
Pero si tengo un libro de poemas
y una obra de teatro escrita en una semana.
¡Te queremos!

Por llamarla ese día me quedé sin comer.

¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed