FANTASÍA

Aquella nueva fantasía erótica que invento Alex la pondríamos en práctica seguro la próxima vez. Habíamos terminado de amarnos cuando aún en nuestros cuerpos se apreciaban los fluidos propios del acto, él me proponía hacer aquello que hubiese escandalizado a cualquiera. Mientras me describió la escena se renovaban en mi los signos de excitación que estaban ya en descenso. Tomé su mano y le hice que sintiese como se aceleraba mi corazón. Sonreía bromeando mientras me decía que sí aquello que me estaba diciendo provocaba en mi aquel efecto estimulante, cuando tomase mi cuerpo y lo palpase para deleitar mi placer, explotaría seguro como un volcán en erupción. Intentaba que mis pensamientos no se asociasen con mi imaginación, que no se delatasen delante de sus palabras, pues yo correría entonces el riesgo de no tener descanso en aquel orgásmico instante. El interés por como continuaban los hechos hicieron que le preguntase varias veces por aquellos detalles frívolos, haciendo que mi nerviosismo creciese. Él continuo riendo y seguía hablando entre risas del plan que tenía para la próxima cálida noche, dejando prendidas de un hilo intrigantes las definiciones a sus propósitos, aquello hacia que imaginase como de intensa llegaría a ser la noche y de como volvería a transportarme, como siempre, al borde del colapso amándome con desenfreno. Dejando únicamente una sola duda al respecto... Cuando se sucedería el erótico acontecimiento.

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