Me gusta el olor a heno mojado que deja tras
de si la lluvia de las noches de primavera.
Sentir la limpieza del aire que me envuelve
con su aroma a hierba buena y romero,
aderezada con una pizca de tomillo.
Veo como los arboles extienden sus ramas
cargadas de flores hacia el cielo como dando
gracias por el agua dadora de vida y de
esperanza.
El vapor que se desprende de la tierra otrora
reseca da testimonio de la renovacion del ciclo
de la vida.
Hasta la luna da la impresion de querer acercarce
para recibir las caricias de las flores blancas de los
almendros.
Se la ve tan cerca que produce la ilusion de que poñendose
de puntillas podrias tocarla.
LLuvia que limpia de malos humores a su prima hermana
nuestra madre tierra.
Sangre vital que corre por sus arterias sedientas de
savia limpia y fresca.
Las gotas de lluvia centellean bajo la luz de esa luna
inmensa,como estrellas diminutas caidas del cielo que
iluminan la noche.
Momentos magicos de comunion de los cielos con la
tierra,que reverdece el amor de sus hijos.
Que gracias a la lluvia renovaran su contrato de vida
adquirido con los hombres.
Por los tiempos de los tiempos
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