HISTORIAS ESCRITAS PARA TI - CON VIDA PROPIA 3 PARTE

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Enviado el , clasificado en Ciencia ficción
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Y para rematar y dejando mi asombro pasmado, presencie algo que termino por darme la certeza de lo que yo sospeche desde un principio respecto a que aquel ascensor cobró vida cuando estuve en su interior...

Aquel telefonillo situado en uno de los laterales de la placa con los botones quedó suspendido en el aire de su cable, despidiéndose de mí seguía sonriéndome...

Sus puertas al cerrarse automáticamente lo ocultaban, de hecho, no mencione lo que había visto volví la cabeza hacia delante y la agache...

Nadie me hubiese creído... seguí andando ayudado por aquellos enfermeros que impedían que me cayese al suelo de nuevo, pues mis piernas flaqueaban de miedo al ver aquello.

Estoy seguro de que en su interior se escuchó de nuevo aquella voz femenina que siempre decía...

“ Las puertas se cierran”...

Sin duda fue una experiencia más en mi vida, la que golpeo dejando traumatizado mi cerebro, pues nunca, jamás me creyeron cuando en varias ocasiones intente contar lo que me había pasado.

 

Después de los días regrese a aquel lugar, de nuevo fui en metro, pero esta vez de manera particular, quería investigar por mi cuenta y aclarar mis ideas, no podía seguir atormentando mi cabeza sin saber si lo que había pasado era realidad, tal vez sufrí un desmayo e imagine todo lo ocurrido.

Tenía que descubrir si había vuelto a pasar y si era así, hablar con la persona que como yo había notado que aquel ascensor tubo vida por unos minutos...

Continué caminando dirigiendo mis pasos, hacia los grandes almacenes, esta vez no me darían la llave maestra, iba como un cliente más, así no sufriría ese primer escalofrió que me impacto nada más encerrarla en mi mano.

Espere paciente a ser el único delante de aquellas puertas y fue solo entonces cuando al abrirse entre con un recelo que rozaba la desconfianza, pues lo primero que mire fue esa cara que seguía viendo dibujada en el cuadro de botones... pero sin sonreír...

 

Una vez en su interior y al cerrarse las puertas, sentí algo diferente, estaba tranquilo, sereno y sosegado, mis manos no temblaban y escuche aquella frase...

“Las puertas se cierran”... esta vez no me dio miedo y le conteste...

- Gracias guapa... sonreí y apreté uno de los botones, en este momento no recuerdo cuál pero no tengo la menor duda que después de lo que me había ocurrido aquella vez no estaría demasiado alto... y comenzó a elevarse... su ascenso era apacible nada que ver con el anterior, levante los brazos y mirándome en el espejo de aquellas paredes dije...

- No llevo nada... puedes estar tranquilo...

No podía creerlo volvía a estar hablando con una maquina, así antes de que volviese a tener otra alucinación que me hiciese comportarme como un auténtico demente me puse la mano en el bolsillo a la espera de que llegase a su destino y que retomase el descenso, para salir de allí y seguramente no volver más si no me lo pedían...

Me puse a pensar que tonterías habían estado albergando en mi cabeza durante aquel tiempo, era lógico pensar que aquella mañana yo no debía estar muy bien cuando entre en aquel ascensor para reparar su avería, por lo visto me desmaye y tuve un sueño terrorífico, una pesadilla de esas que parecen reales... seguramente aquello fue lo que paso aquel día... continué pensando...

 

Pero, mientras lo hacia y reía viéndome mi cara en el espejo la cual se veía completamente diferente a la de aquel día... Palpe dentro de aquella apertura en el pantalón un abre cartas, lo saque de allí y lo mire intentando recordar cuando lo había metido en tan semejante lugar que no era el habitual para aquella pieza...

Mi mano pasó tan cerca con aquel movimiento, de uno de los botones que el ascensor comenzó a temblar, a descender rápidamente, sus luces se hicieron intermitentes y al final se oscureció por completo... todo se apagó... todo menos aquellos botones que simulaban un rostro...

Un par de aquellos siguieron encendidos, uno en el centro de igual modo iluminado, y por último lo que pude ver fue la fila de tres que parecía una boca también encendida...

La cual me sonreirá... a la par que la voz escuchaba que decía...

“Las puertas se abren”...

 

 

“Solo hay que pensar un poco y aceptar que hay cosas que ocurren por extrañas circunstancias, o casualidades en ese momento... pero tal vez como una vez me dijeron cuando ocurren esos casos... "Sin duda detrás hay una energía atrapada que hace que muchos enseres domésticos y maquinas eléctricas cobren vida propia...”

 

©Adelina GN

 


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