Juego con el nuevo compañero de oficina 3

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En el taxi no pude evitar pensar en él, como hubiese terminado el juego, hubiese terminado, quien se rendiría primero.

Deje a Mónica en su departamento que para mí conveniencia quedaba en el mismo edificio que el mío, cuando llegue a mi habitación busque en mi armario mi juguete favorito-Un consolador de color rosa de un tamaño considerable-y comencé a jugar pensando en Julián, tan poco tiempo con él y ya me hacía pensar en el próximo encuentro que tendríamos.

Comencé a tocar mis pezones que ya estaban duros, pase uno de mis dedos por encima de mi ropa interior y recordé como me la había quitado, no pude más, metí uno de mis dedos, estaba muy mojada, lo saque y lo lamí, este era mi sabor, el que más de un hombre volvía loco, tome el consolador y comencé a ponerlo justo en la entrada de mi vagina, me estremecía la idea de pensar que ese era el mimbro de Julián el que hace pocos minutos tenía en mi boca, lo introduje de un solo golpe, sí que se sentía bien, eso fue lo que hice toda la noche satisfacerme con mi juguete pensando en Julián, me preguntaba si él también se estaba masturbando pensando en mí.

Al día siguiente decidí ir temprano a trabajar y cuando estaba en la puerta escuche una voz familiar

-Veo que eres muy trabajadora, yendo a la oficina a esta hora-No lo puedo creer que hace el aquí, como supo donde vivía

-¿Me está acosando? ¿Que pretende viniendo hasta mi casa?

-Para nada solo voy a desayunar, algún lugar que me recomiende-Lo dijo en un tono muy sensual, podría jurar que me está provocando, así que decidí seguir con lo que habíamos dejado ayer

-Y dígame que es lo que le gustaría comer, así podría recomendarle un lugar en donde le sirvan lo que usted ansia-Lo dije con una mirada seductiva y acercándome a el

-Me gustarían unos buñuelos grandes como estos-Puso sus manos en mis glúteos

-Creo que no hay una buena panadería por estos lares, y además no hay nada como una comida hecha en casa

-Me temo que no he terminado de desempacar

-Así que como su nueva amable vecina le ofreceré un desayuno de bienvenida

-Sería muy amable de su parte VECINA-Me tomo en sus brazos y entramos a mi apartamento, me llevo hasta mi recamara me dejo sobre la cama y sobre una de las mesas de noche reconoció a mi acompañante de la noche anterior

-Así que te gustan los juguetes

-Si pero me gustan más estos-Puse una de mis manos sobre su pantalón y pude notar que ya estaba duro

-Pensé que iba a tener que seducirte un poco, pero veo que ya estás listo para mí

-No lo pude evitar tus caricias eran deliciosas y he venido por mas, ¿Quién eres?, ninguna mujer que había conocido me había dejado con las ganas con las que tú me dejaste ayer

-“no soy de esos hombres que se rinde ante una mujer” esas fueron tus palabras

-Y no me estoy rindiendo solo te estoy diciendo que tan excitado estoy por tu presencia

-Pues entonces tendré que aprovecharla

Lo tome de los hombros y lo empuje para que el quedara debajo de mí, la situación no estaba para entrar en calor, pues ambos ya estábamos más que dispuestos, le quite la camisa con agilidad dejando un musculoso torso, el cual lamia sin dar tregua subía y bajaba mi boca por su cuerpo y notaba la presión en su pantalón, a lo cual me apresure por desabrochar, pude notar la palpitación en su miembro y supe en ese instante que él ya se había rendido ante mí, ante mis caricias, era todo mío

-Di mi nombre-Le dije mirándolo a los ojos quería su sumisión

-No me pienso rendir, no me voy a rebajar ante una mujer-Su tono parecía muy seguro, pero su cuerpo me decía otra cosa

-haré que lo digas, haré que supliques-Sin más pase mis manos por su bóxer sintiendo su gran erección

-Suplica-Me fui desnudando poco a poco, el intento tocarme pero le tome las manos y se las puse por encima de la cabeza

-No está permitido tocar, no hasta que te rindas-Y seguí con el juego, no había ninguna resistencia de su parte, pero aun así no quise arriesgarme, me quite  mi tanga y con ella lo amarre

-Huele muy bien quiero sentirte, se mía, completamente mía-Levanto su cadera para poder frotarme, el esperaba un gemido, pero esta vez no estaba dispuesto a complacerlo

-No me agrada ser la sumisa de nadie, me encanta ser la dominante-Y aproveche que el había levantado su cadera para empujarlo con la mía hacia abajo, el gruño de una manera deliciosa y ya que su bóxer estaba entre ambos no hubo una penetración

-SIENTEME, quiero que sepas lo que se siente ser mi sumiso

-Quiero sentirte más…déjame tocarte…déjame-Sonreí complacida, ya se rindió

-No esto aún no acaba-Le quite su bóxer y ya ambos estábamos completamente desnudos, pero aun no era el momento de tener sexo, quería brindarle más placer, lo quería totalmente rendido y ante mis pies así que le di un pequeño soplido en el glande y él se quejó dejándome ver que estaba muy sensible ante unas posibles caricias

-Si crees que eso es satisfacción espera a que de verdad me esfuerce en complacerte-tome su gran miembro entre mis manos y comencé a masajearlo, mientras que mis labios lamían sus testículos, su enorme pene hacían que mis manos parecieran tan pequeñas, no podía evitar mojarme ante sus gemidos y gruñidos, me encantaba cuando el intentaba reprimirlos sin ningún éxito

-Si…si sigues así…no…no…no podré contenerme-Me encantaba oírle la voz entrecortada pero era muy pronto para detener nuestro juego

-Aún es muy pronto para dejar de jugar, apenas se está poniendo interesante-Deje de masajearlo para darle un descanso y antes de que el pudiera retomar su respiración tome su miembro entre mis senos aprisionándolo y podía sentir todo de él, tenia un aroma exquisito comencé a masajearlo y a lamer la punta

-NO ESPERA….A...AAA...AAAAA….AAAAA…NO-Que bien se sentía su miembro entre mis senos estaba tan caliente que sentía que me quemaba, poco después el derramo todo en mi boca, y al mismo tiempo tuve un orgasmo

-No puedo creer…que…me rendí ante una mujer…pero…que bien se siente que tomes el control

Ambos estábamos complacidos y queríamos seguir, pero ya se comenzaba a hacer tarde para ir a trabajar

-Esto no acaba aquí-Le dije con una sonrisa

-Espero que no, me tienes para satisfacer tus deseos durante un mes y será mejor que lo aproveches porque hombres como yo no se encuentra muy a menudo, no tan bien dotados

Nos vestimos y salimos para la oficina, donde nos espera una DELICIOSA mañana


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