Auto azul

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
9037 visitas

Marcar como relato favorito

Todo comienza por que me llegó un mensaje de Whats de un chico llamado Fernando, al principio me género algo de desconfianza pero la plática se fue haciendo tan amena que era muy agradable escucharlo. Su cabello negro y rizado me fascino la verdad es que le daba un toque tierno.

Por lo regular siempre tengo plan los fines de semana pero por una o otra cosa no iba poder salir aquel sábado, entonces le dije a Fernando que si nos podíamos ver para conocernos mejor, el accedió y me digo que le encantaría.

Nos citamos a las 10:00 pm, muy cerca de mi casa y le dije que la verdad no se me apetecía ir a un bar o algo de ese tipo entonces me propuso ir por unos cafés y algo de alcohol para tranquilizar un poco los nervios de los dos, todo esto lo acordábamos mientras llegaba la hora de la cita.

La verdad es que cuando lo vi temblaba de pieza a cabeza, siempre me pasa en la primera cita, que me da los nervios extremos. Creo que a él le sucedía lo mismo, esa noche quise verme algo sexy entonces me puse un pantalón ajustado y una ombliguera. El también iba muy guapo con una camisa azul clarito y un pantalón de mezclilla que le queda exelente.

Cuando me subí al auto lo bese en el cachete y pude percibir un olor exquisito, al principio fue algo incómodo fuimos a comprar los cafés y el alcohol, me dijo que si quería escuchar esa estación de radio ya no estábamos tan nerviosos, platicamos de muchas cosas. 

En un momento extraño nos besamos, nos abrazamos y todo fue tan natural que no fue nada incómodo, le mostré una canción de salsa que me gusta mucho creo que se llama me gustas de Andy montañés, le dije que me la había auto dedicado por que lo que sea de casa quien tengo buen cuerpo.

Nos besamos de pronto me besaba la mejilla y posteriormente la oreja, el cuello. Sentí sus manos en mi cintura y con esas sensaciones que me hacía sentir, mis respiraciones se hacían más y más entre cortadas, sus manos me hacían desearle aún mas, bajamos los asientos para estar más cómodos y nuevamente sentí su mano titubeante en el pecho en el estómago, mientras me besaba me susurró al oído si quería que siguiera, sin pensarlo le dije que si, primero desabrochó mi pantalón y sonrió al percatarse que tenía debajo, con cualquier movimiento hacia que gimiera un poquito, me hizo sentir demasiado exitada, por la forma en que me besaba y movía sus dedos.

Después de ese delicioso momento me tomé un poco de la cerveza que habíamos comprado, cambiamos de música y conversamos un ratito más con aire de cachondeo, le agrado mucho que le dijera que sabía lo que hacía y que me había gustado lo que había echó. 

Lo besé, le mordía un poco el labio y comenzamos ese juego de mordiditas, al poco rato me le subí encima de él y me tomo la cintura, me movía un poco para provocarlo aún más, moví aún más la cadera y su respiración estaba más entre cortada, me besaba con más premura y desesperación, me movía un más y yo sentía que ya no aguantaba más y puf!!! Todo fue lo más genial del mundo, mis brazos ya cansados solo me recosté en su pecho y platicábamos de que esa no sería la única vez en que nos viéramos. 

Cuando nos dimos cuenta de la hora le dije que ya me tenía que ir a mi casa nos besamos fuertemente y solo nos quedamos con la promesa de otra cita. 

Para ser un amigo con derechos... De verdad a sido un muy buen amigo. 

 


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed