La otra moral

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Algun jacinto presumia. Orgullosa la azalea le prestaba con su cuerpo una timida sombra, sutil diria, lo esencial para encubrir tanta belleza. Por entre los ribazos parian fastuosas entre primaveras unas rosas, algun inclito clavel asomaba tambien. La mañana era calida, como la mirada de Shelen, incluso muy ardorosa en su despertar presuroso. Una camada de insolentes charlatanes pusieron fin a su descansar. No era Shelen mujer de madrugadas, pero aun sentia en su piel los lascivos besos de aquella noche pasada, y tenia presente mucho amor. Se abrieron sus ojos caudalmente, acaricio estos con sus manos, su piel se herizo, era muy dificil de contentar, con un beso, solo uno de amor la bastaba. Se levanto hacia la ventana, un timido quejido nacio de su boca, sus plantas fueron pasto de algun pequeño cristal. Tras sentarse en una butaca comprobo que no fue mas que un leve rasguño. Aun perduraban los restos de la pequeña bacanal de amor, alguna copa rota asomaba por entre los rincones. Se apresto a vestirse con una fina bata de tul rosa a juego con sus chinelas, sus ojos no eran menos vida que el mismo sol, lo mismo igual pero no menos. Abrio la compuerta del pequeño faro, la salitre de la mar impregno su olfato de libertades, el aire jugaba por entre sus delicados muslos que aun lascivos asomaban tersos por entre la suave bata. observo una pequeña nota que maliciosamente queria esconderse, postrada entre el alfeizar de un tragaluz, estaba sujeta con una piedra. Su angel la inquiria leerla, su demonio no. Seguramente era una nota de cariño por esa noche pasada.

 

Hola Shelen, no soy aquel principe en busca de amor, solo de pasiones desatadas. Tengo una mujer e hijos que atender, siento todo tanto, lo que empece como un juego me carcome, serias mi mujer ideal, creelo tuyo siempre Hector Intento mantener aquella femina compostura, soplo suave, tanto que fue un grito. No presto atencion al mar, que como ella lloraba impetuoso, tropezando entre rocas, su corazon de nuevo, la mar tambien. Las malditas gaviotas cagaban siempre todo penso, y esta mierda de jardin, para que plantaria esto, si solo dan malas hierbas. Se arrodillo, clavo sus heridas en el suelo, en su alma. Nadie supo el tiempo que paso entre sollozos, quizas el tiempo del odio lo podria confirmar. Se levanto por fin furiosa, rebusco entre secas rosas, cartas amorosas, en una se fijo que puso un telefono, en aquella postal titulaba. Hola amor Aun cuando no este en voz, estare en pensamiento, si aun asi, estas en tormentos llamame 00000000 tuyo siempre Hector     No queria parecerlo siquiera. Se limpio las lagrimas que malditas no paraban de enturbiar. y llamo ¿Por que no hacerlo? El le dejo su numero, y ella necesitaba de el susurros.   Se puso una voz de mujer, hablaron poco, lo justo, un infinito segundo, quiza fueran dos, lo mismo fue un eterno silencio ocupado de valor, odio y dolor. Alguna colgo, quiza fueran a la vez ambas. El tiempo carecia de valor, todo se derrumba tan facil como el amor lo levanta. Shelen miro una y otra vez, tanta carta envenenada de esperanza, incluso salieron en algunas tener hijos.   Quiso reir, las lagrimas no la dejaron..se rompio la bata, aun tenia sudor de Hector. No podria vivir, necesitaba de tiempo, desconexion de momentos. Shelen se dio una ducha, esta vez uso jabon y se froto con fiereza toda la piel. Se acomodo en el pequeño divan mientras contemplaba un libro, pasada media hora se dio cuenta que tenia el tomo al reves. A quien queria engañar, era el hombre de su vida, sin el ningun otro. Llamo a su madre, la conto algo, quizas nada. Las madres conocen nuestras llamadas, la dio animos, la reconvino que estuviera con Hector. Un dia les vio y no fue de su agrado. Ven una temporada a casa, deja ese maldito faro, no se como engañaste a tu padre para que te comprara esa linterna de piedra. Shelen maldecia que siempre tuviera razon. Mama, soy escritora, lo sabes, necesito de ciertos estados para mi trabajo, y el faro me los proporciona. Como creas hija, aqui estamos.   Tiro el movil contra la pared, no desconocia jamas de esa euforia, ella era un modelo de mujer, ese animal lo desconocia, la dio miedo. Se quedo dormida, la faltaban sus enanos, ella siempre se envolvio en su princesa, y ahora de amor moria.   Un fuerte estruendo la asalto despertandola, alguien golpeba la pequeña puerta de entrada al faro, abrio la pequeña cancela. Rezo para que no fuera Hector, podria ser un angel negro que bajase a por su alma, incluso su madre. Pero Hector no.   Hector se echo en sus brazos, ella quiso llenarlo de tortazos, pero quizas fuera quien mas apreto sus senos contra su pecho. Le beso, le beso, le beso.. la arranco nuevamente los sueños, la amo. Quedaron jadeando, el explico que la amaba, que aguantase. El esperaria no una vida, dos por ella. Shelen maldijo su falta de sinceridad hacia ella, hacia el, hacia el amor. Le explico que si algo tiene valor en la vida, mas que el amor, es ella, la sinceridad.si falta ese pilar, se hunde todo. Se ahora Honesto Hector, y vete para siempre de mi vida, jamas me amaste como lo hice yo. ¿ Como te lo podria demostrar Shelen ? Ya no puedes, tu tren paso. Adios Hector, hasta nunca. Se giro, sintio que continuaba llorando, pero no salian de sus ojos lagrimas alguna. Es cuando por el cristal de la ventana se vio el reflejo de Hector, lloraba como un niño, quise girarme, pero no podiamos ser indiferentes a lo ocurrido. Tras unos minutos, Hector se fue. Shelen quedo sin vida, muerta y sin heridas que se pudieran sanar. Contemplo por ultima vez desde la tronera como Hector cojia su vehiculo y se iba. Aparecio el silencio, entre los cuentos, alguna cancion quisieron susurrar sus labios. sepulcral omision. Nuevamente aparecia el auto de Hector. Esta vez no le abriria, se acabo. Vio como se bajaba del automovil, en esta ocasion no fue hacia la puerta, miro la pequeña ventana, lanzo algo parecido a un beso, y se fue hacia la mar, andando con paso firme, le fue tragando la mano abrupta de una marea en furor.   Shelen quedo en estado de shock, vio como se confundia cuerpo y marea. Reacciono, corrio como nunca nadie lo hizo aun.     Señorita Shelen, su medicina. Un hombre de blanco la miraba gentil, en sus manos un vaso de agua con medicacion, esta tomo aquello que la indicaron. Despues una puerta de acero cerraba aquel angel, la princesita de la mar.   Se escucho un rumor de pasos alejarse., mientras dos funcionarios charlaban animadamente. ¿ Que paso ?   Otra enferma por amor, intento quitarse la vida introduciendose en el mar, un hombre que paseaba la salvo. Cuenta que solo intentaba ayudar a Hector. Vivia encerrada en un faro, escribia despues de perder en un accidente de trafico a sus padres y su esposo. Llamado Hector.     FIN    Realezablanca..........

 

 

 

 

 

 


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