Si bebes no conduzcas

Que se arrime un poco más al borde de la cama y así podré cogerla en brazos; dígaselo.

El padre, haciendo los correspondientes signos para ser entendida por la hija sordomuda, le dio a entender la petición del médico.

Se movió con dificultad hacia donde le había indicado y el doctor la cogió con delicadeza para que no sufrieran más sus maltrechas piernas. Entonces, la llevó hasta la silla con ruedas y abandonaron la estancia de tres paredes. La cuarta se había desplomado sobre la cama al chocar contra la casa un vehículo conducido por un ebrio.